La CHG 'abre el grifo' para el regadío tras las lluvias

M.Lillo
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Los regantes acogen con satisfacción las concesiones de agua autorizadas tras la restricción a la que se hubieran visto abocados por la sequía, ya que en febrero los embalses acusaban la falta de reservas después de más de cuatro años de sequía

Las lluvias que se han registrado en las últimas semanas han cambiado el panorama para los regantes de aguas superficiales. En febrero se enfrentaban al peor de los escenarios: los embalses apenas tenían agua, que se tenía que reservar para el abastecimiento de la población, que es el uso prioritario. Sólo habría agua en un volumen mínimo para evitar la mortandad de los cultivos permanentes. Sin embargo, la recarga de los embalses ha permitido que la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) haya 'abierto el grifo' para los regadíos. Así se decidió ayer en la reunión de la Junta de Explotación Oriental de la CHG, en la que se autorizó destinar unos 57 hectómetros cúbicos para el riego en las cuatro principales presas: Torre de Abraham, donde se autorizaron 31,7 hectómetros cúbicos; Peñarroya, donde se han autorizado 20; el Vicario, con unos cinco hectómetros autorizados para los cultivos y el Gasset, con en torno a un hectómetro cúbico para el regadío