«Es más fácil que haya cinco provincias impares a una sola con esta ley electoral»

Luis J. Gómez / Toledo
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Francisco Cañizares, portavoz del Grupo Parlamentario Popular en las Cortes. - Foto: Rueda Villaverde

Lo de los Cañizares ya empieza a parecerse una saga. Francisco Cañizares de Lera fue el primer portavoz que tuvo el Grupo Parlamentario Popular en 1983 y votó en el 86 la primera Ley Electoral de Castilla-La Mancha, por la que se establecía un reparto automático de diputados por provincias en función de la población, un sistema que copiaba al del Congreso de los Diputados.  Hoy su hijo, Francisco Cañizares Jiménez, es de nuevo portavoz del Grupo Parlamentario Popular y ha recuperado con su voto ese sistema automático que hubo en los ochenta y que aprobó su padre. Entre los dos hay, no obstante, una diferencia. Cañizares padre votó por unas Cortes con 47 diputados. Cañizares hijo las ha reducido a 33.

Cospedal defiende que la reducción de diputados ayuda a acercar las instituciones a los ciudadanos, pero en las calles las opiniones contra los políticos siguen siendo malas.  ¿Temen que estas medidas no calen en los ciudadanos?

Cambiar la dinámica no se hace con una sola medida y de una manera aislada. Esta medida es valorada muy positivamente por la inmensa mayoría de los ciudadanos de toda condición y votantes de todos los partidos. En Castilla-La Mancha se le ha pedido a los ciudadanos que hagan muchos sacrificios, incluso más que la media de nuestro país. Sin embargo, que el Gobierno que ha tenido que pedir esos sacrificios obtenga el mejor resultado de todo el PP en las últimas europeas es muy significativo. Al final estamos hablando de que los ciudadanos quieren que lo público se gestione de la mejor manera posible y eso significa que los recursos vayan destinados fundamentalmente a los ciudadanos y no a que los partidos políticos puedan colocar a su gente, que es lo que ha pasado en Castilla-La Mancha con los gobiernos del PSOE.

También han aprobado un sistema automático de asignación de escaños por provincias. Ya no será cada partido que gane las elecciones quien pueda repartir diputados. Aunque el PSOEno ha hecho ningún reproche concreto al sistema de reparto automático, tampoco se ha alcanzado un acuerdo ¿Confía en que este sistema dure?

Es un modelo que nos ha servido siempre a todos. Lo que pasa es que al PSOE de Castilla-La Mancha ahora mismo prácticamente todo le viene mal. Le parece mal hasta el sistema que puso Felipe González en el año 85 y que ha funcionado en Castilla-La Mancha  en las primeras legislaturas hasta el 98. Es irreprochable en cuanto a técnica electoral y mejora sustancialmente lo que teníamos hasta ahora. Los otros modelos también se declararon constitucionales, pero yo creo que este  es de más calidad democrática que los anteriores. El PSOE sabe que este es un buen modelo y buen sistema. El otro día en el pleno incluso al portavoz del PSOE le costaba criticar el sistema. Lejos de ser un tema de crítica a una Ley Electoral, que creo que es asumida perfectamente válida por el PSOE, es un tema de falta de interés del PSOE por eliminar privilegios, sueldos, cargos que ellos mismos generaron durante 28 años de gobierno. Ahora les cuesta mucho reconocer que se les fue de las manos.

Dejar en manos de las matemáticas el reparto de diputados por provincias tiene sus ventajas, pero también puede tener sus inconvenientes. Las cuentas de este sistema y las cifras del padrón podrían dar lugar a un escenario en el que solo hubiera una provincia impar, que son las ‘claves’ para unas elecciones. ¿Han tenido en cuenta desde el PP este riesgo?

Que haya solo una impar es complicado. Es mucho más fácil que sean las cinco impares con este modelo a que haya una sola. Por el sistema que se utiliza de coeficientes es muy complicado que los números cuadren a pares en esta región. Hemos estado probando situaciones y evoluciones, para ver cómo se repartían y no nos ha salido nunca. Te lo voy a enseñar para que lo veas (Cañizares se levanta y coge de un armario una carpeta azul con los papeles de los cálculos hechos. Cuando abre la carpeta señala un folio según los últimos datos de padrón, que dan a Cuenca, Guadalajara y Toledo como provincias con un número impar de diputados).

Este es el último dato del INE: 2 millones y 71.000 habitantes. Las cuentas de este sistema dan a un 3,44 en Albacete, 4,49  en Ciudad Real, 1,81 en Cuenca, 2,21 en Guadalajara y 6,05 en Toledo. Los enteros se van sumando de forma automática, 3 más en Albacete, 4 en Ciudad Real, 1 en Cuenca, 2 en Guadalajara y 6 en Toledo. Los diputados que faltan se asignan según quien tiene más décimas. Fíjate, Albacete está al 0,44 y Ciudad Real al 0,49. Al final se lo lleva Ciudad Real, pero si no, se habría llevado Albacete uno más y Ciudad Real habría tenido uno menos. Tendrían siete cada una y habrían sido todas las provincias impares. Todo por cinco centésimas de diferencia. Estamos muy próximos.

En el PSOE saben que han hecho muchos cálculos, pero dicen que los han hecho para que el número final de 33 diputados les cuadrase para sus intereses...

El 33 sale de una forma muy natural. Pensábamos que en la cámara autonómica teníamos que mejorar la posibilidad de representatividad que en el Congreso de los Diputados, así que si no pueden ser dos diputados mínimo por provincia, que es lo que hay en el Congreso, nos vamos a tres, porque irnos a cuatro es irnos a muchos diputados. Con tres mínimo por provincia, ya tienes 15 de partida, así que al final te quedan tres opciones de 31, 33 y 35. No queríamos irnos a 35 porque había que ver la posibilidad de que tuviéramos un crecimiento de población en los próximos años y que fuese positivo incrementarlo. Con el 31 nos salía que en algunas ocasiones, tras el reparto proporcional por población, había alguna provincia que podía quedarse con los mismos diputados que en el Congreso. Así que el 33 salió muy natural.

Estas explicaciones ¿se las han dado al PSOE?

Sí, en el mismo pleno. Lo que pasa es que no querían escuchar mucho. No les interesaba. Tienen que intentar montar un recurso de inconstitucionalidad.

Pero ¿se lo explicaron antes del pleno? Porque al pleno ya se va con el discurso medio preparado...

Lo saben. Estos temas se hablan con ellos, lo que pasa es que les cuesta reconocer y decir cuando hemos hablado.  Además, podían habernos presentado otra alternativa, incluso si fuese de verdad que lo del 33 no les gusta... Podían haber presentado una enmienda muy sencillita de 31, por ejemplo.

Cuando se hablan de provincias que son impares o pares, ¿cree que los ciudadanos son conscientes de que dependiendo de eso es probable que su voto valga más o menos en unas elecciones?

De lo que tienen que ser conscientes los ciudadanos es que la situación final se corresponda a su voluntad. En eso los ciudadanos no tienen grandes críticas con el sistema actual, aunque se han producido hechos puntuales en alguna comunidad autónoma que puede haber distorsionado eso. Recuerdo en Cataluña, donde gobernó el PSC teniendo menos votos que CiU, pero más escaños.

Eso también pudo pasar en Castilla-La Mancha en las últimas elecciones si el PP no hubiera sacado tanta diferencia de votos en Guadalajara como para desempatar. En ese caso, el PP habría ganado en votos en las cuatro provincias pares, pero el que habría ganado las elecciones habría sido el PSOE por ganar en la única impar, Ciudad Real. Si hubiera pasado así ¿así se habría dejado?

No hubiese quedado más remedio, pero se habría producido una frustración muy grande en la ciudadanía porque además la diferencia era muy grande. La victoria del PP fue por 50.000 votos, pero al final ganamos por un puñado de votos en Guadalajara. Podía haber producido una frustración importante, que es lo que nosotros denunciamos en aquel recurso de inconstitucionalidad. El reparto de escaños era un diseño de laboratorio sociológico. Es verdad que siempre puede haber un margen de error y ahora mismo en la Diputación de Ciudad Real está gobernando el PSOE, habiendo perdido las elecciones a nivel municipal por 14.000 votos. Es un sistema que nos hemos dado y que tiene sus imperfecciones. Todos los sistemas tienen alguna cuestión que puede ser mejorada, pero concretamente el que hemos propuesto en esta ocasión es el más perfecto que hemos tenido en muchísimo tiempo.

Los terceros partidos tienen más posibilidades en las Cortes que en el Congreso... porque allí hay menos diputados, pero por la misma razón también tienen menos posibilidades que en comparación con las pasadas autonómicas, porque ahora habrá menos parlamentarios aquí. ¿Esta reforma imposibilita la entrada de esos partidos?

No imposibilita y mejora con respecto a otras elecciones la posibilidad de tener representación, pero al final lo que tiene que entender también cualquiera que se acerque a cualquier sistema democrático de cualquier país del mundo es que en estos sistemas priman y ganan las elecciones las mayorías. No conozco ningún sistema de ningún país que consideremos democrático que no tenga mecanismos por el cual se establezca ese criterio, por el cual al final son las mayorías las que deben tener la responsabilidad de gobernar. Todos los parlamentos que funcionan con la suficiente estabilidad y responsabilidad son así. Intentar buscar modelos de otro tipo es buscar experimentos fracasados como fue el italiano, donde se producía tal dispersión de la representatividad que hacían que los gobiernos durasen 15 días. Nadie quiere eso en ningún país del mundo. Esta reforma no coarta la posibilidad de que entren las minorías, pero sí que tengan cierta representatividad para poder entrar.

También en el pleno de hace una semana se aprobó una ley de sanidad en la que el PSOE proponía un sistema de topes de listas de espera y el PP la libertad de elección de médico y centro. Se confrontaron dos modelos. ¿Qué cree que interesa más a los ciudadanos?

Nadie discute que la situación de la Sanidad es complicada debido a la crisis económica y al despilfarro de la anterior época socialista. La presentación de la proposición de ley por parte del PSOE es un reconocimiento de su fracaso en su política de Sanidad de los años anteriores.Lo que hace el PSOE es presentar una proposición de ley que deroga legislación en cuanto garantías de listas de espera hasta 2011, es reconocer que las cosas no se estaban haciendo bien. De hecho, parte de los problemas que tenemos ahora es fruto de las malas disposiciones normativas que se generaron en aquella época. Lo que cambia el PP es una cuestión muy clara. Mientras que el PSOE siempre intenta solucionarle la vida a la gente y al final termina complicándosela a todo el mundo haciendo un sistema insostenible, nosotros creemos  que el ciudadano es el núcleo fundamental de los sistemas de prestación de servicios. Él tiene mucho que opinar sobre la prestación de servicio, qué servicios quiere y quién quiere que se les preste.

Con el pleno del 21 de julio da para bastante, pero ¿qué balance hace de todo el curso político?

Hemos tenido en este curso 26 plenos, 47 comisiones, 11 leyes (alguna que sigue en trámite). La  media de los últimos 31 años es de 10 y el número de plenos de media son de 23 a 24. Me sirven estos datos para justificar algo que también el PSOEha criticado tanto, que es la supresión de sueldos. La actividad en las Cortes ha sido prácticamente la misma. Por tanto, se constata que la actividad de las Cortes ha sido la misma con sueldo o sin sueldo. Sin duda, el sacrificio de los diputados ha sido mayor, pero eso es lo que nosotros queríamos trasladar a la sociedad, que en momentos de dificultad los políticos también han decidido hacer ese esfuerzo y sacar adelante el trabajo. Desmiente a aquellos agoreros que decían que era imposible trabajar sin diputados con sueldo. Sabíamos que era posible: había otras comunidades que venían haciéndolo de siempre y en estas Cortes se hizo durante mucho tiempo de esta manera.