María Jaén Caparrós ocupa desde el 1 de septiembre el cargo de directora en funciones del Centro Nacional de Experimentación de Tecnologías de Hidrógeno y Pilas de Combustible tras la marcha de Manuel Montes. Licenciada en Ciencias Ambientales, con máster en Energías Renovables y Mercado Energético y con un grado en Gestor de I+D de Proyectos Europeos, la máxima responsable de esta ICTS augura buenas perspectivas de futuro para el CNH2.
Qué balance hace de estos cuatro meses al frente del Centro Nacional del Hidrógeno?
Llevo desde el 1 de septiembre como directora, tras la marcha de Manuel Montes, y agradezco la confianza depositada en mí desde el Consejo Rector. En estos cuatro meses hemos sido capaces de dar una vuelta completa a la situación que vivíamos, aunque lamentablemente no podemos olvidarnos del ERE. Quiero agradecer a toda la gente que ha compartido con nosotros todos estos años de trabajo, gracias a los cuales el Centro es lo que es. Salvo por el tema del ERE, el balance de estos cuatro meses es muy positivo. Nosotros empezamos un periodo en el que no teníamos definido claramente nuestro plan estratégico de actividades, sobre el que hemos trabajado estos meses y gracias al cual disponemos de unos fondos Feder que nos permite equipar mejor nuestras instalaciones, que ya se consolidad como sede definitiva. Y para estos dos próximos años tenemos que seguir con este trabajo de equipar el Centro para poder acometer todas las actividades que recoge nuestro Plan Estratégico. A nivel personal y salvo por el ERE, el balance es satisfactorio porque la gente ha sabido estar a la altura e incluso los afectados han trabajado con total profesionalidad hasta el último día.
¿Esta plaza que ahora es provisional saldrá a concurso?
Precisamente esta semana se ha convocado la plaza y se prevé que en febrero esté ya el nuevo director. Estamos ilusionados y entendemos que aquí hay un grupo de investigadores y tecnólogos muy bien preparados y con las ideas muy claras, y formaremos equipo con el nuevo director. Es una convocatoria abierta y se puede presentar quien quiera.
El año no comenzó bien, con recortes en inversión por parte de las administraciones públicas, que hacían peligrar el Centro. Tras estos cambios, ¿se ve un futuro claro para el Centro Nacional del Hidrógeno?
Las administraciones han renovado estos compromisos con nueva financiación, menos de la prevista, pero que sí nos asegura poder acometer nuestro Plan Estratégico. Estamos más tranquilos y podemos asegurar sin ninguna duda que el Centro tiene futuro. Hemos renunciado a construir la sede definitiva y, gracias a la cesión del edificio por el Ayuntamiento, podemos seguir trabajando en esta sede con total normalidad. Ahora nos falta equipar algunos laboratorios y además disponemos de parcelas aledañas para seguir desarrollando nuestra actividad con normalidad y sin limitaciones. El convenio firmado con las administraciones llega hasta 2021, y confiamos que cuando llegue esa fecha podamos seguir adelante; pero como mínimo hasta 2021 hay financiación asegurada.
De cara al próximo año, ¿cuáles son los proyectos principales para el CNH?
Hemos dedicado muchos esfuerzos al Plan Estratégico, que supuso una revisión en profundidad sobre cuáles serían nuestras líneas de trabajo y hasta dónde podríamos llegar. Apostamos claramente por la promoción, certificación y ensayo de las tecnologías de producción hidrógeno y pilas de combustible, es decir, una serie de actividades que le confieren al Centro la importancia que tiene. Contaremos para ello con doce laboratorios y un demostrador de energías renovables y almacenamiento de hidrógeno. Esto se desarrollará a lo largo de los próximos dos años. Esto no quita para seguir presentándonos a convocatorias de proyectos que van saliendo. Asimismo, el Centro seguirá participando en foros nacionales e internacionales y en todo tipo de ferias y plataformas relacionadas con las energías renovables. El Centro es muy conocido y queremos seguir siendo un referente.
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