Las estafas representan las mayores amenazas para los adultos en la red

D. Guijarro/Cuenca
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La comisión de delitos a través de internet mantiene una tendencia inversa a las formas tradicionales ya que mientras estas encadenan varios años de descenso, las primeras están experimentando un auge moderado. Entre las razones por las que cada vez son más frecuentes estos delitos se encuentra la dispersión geográfica puesto que el mundo virtual permite operar a las redes organizadas desde cualquier parte del mundo y apararse en algunas lagunas legales que todavía tienen muchas normativas nacionales e internacionales.
Según reconoció recientemente el director adjunto de Europol y miembro del Cuerpo Nacional de Policía Luis de Eusebio, mientras los delitos tradicionales caen entre un 3 y un 4 por ciento anual, el cibercrimen aumenta un 12%.
En la misma línea se expresaba el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, esta misma semana en una Master Class  a los alumnos de ESADE Law School celebrada en Barcelona, donde destacó que «el cibercrimes ya el tercer tipo de delitos más rentable para la delincuencia a nivel mundial, tras el narcotráfico y la prostitución, moviendo 500.000 millones de euros al año en todo el mundo».
El ministro recordó que este tipo de delincuencia «aumenta un 12% anual en Europa y también en España, representando el 80% de los delitos y estafas y el 10% pornografía infantil».
Y es que las estafas suponen sin duda las principales amenazas a las que se enfrentan los adultos al navegar por la red volviéndose cada vez más sofisticadas y difíciles de detectar por parte de las víctimas. 
 
El ‘phising’. La traducción del término en inglés significa ‘pescando’ y se trata de una de las estafas más frecuentes en la red que consiste en la suplantación de la identidad de empresas o instituciones para lograr los datos personales de las víctimas. Según explica el delegado de Participación Ciudadana de la Comisaría de la Policía Nacional de Cuenca, Juan Checa, las organizaciones criminales ponen en marcha la denominada «ingeniería social» con el objetivo de «convencer de que ha pasado algo que obliga a que introduzcas de nuevo tus datos personales y así hacerse con ellos».
Relata que el pasado año una de estas redes criminales suplantó la identidad de la Agencia Tributaria creando una página casi idéntica a la oficial. El modus operandi consistía en enviar notificaciones asegurando que Hacienda le había cobrado demás en los impuestos y tenían derecho a la devolución por lo que tenían que dar sus datos para poder realizar el pago a través de un enlace que les llevaba a la página impostora.
Esta estafa estaba orquestada desde Nigeria y en la traducción de algunos de los términos al castellano había errores, lo que demuestra la facilidad con la que estos delincuentes se mueven por la red. Para evitarlo, comenta Checa, la Policía Nacional dispone de una unidad que rastrea internet para detectar y prevenir los delitos. 
 
Personas mayores. Destaca el responsable policial que uno de los objetivos más perseguidos en este tipo de estafas son las personas mayores ya que éstas suelen «navegar poco y de forma muy concreta» por lo que al estar poco habituados a estas herramientas se convierten en víctimas más vulnerables. Por este motivo desde la Policía Nacional realizan con ellos charlas informativas para prevenirles dentro del denominado Plan Mayor Seguridad.
Del mismo modo, alerta Checa que los delincuentes suelen utilizar las desgracias y catástrofes naturales como el reciente terremoto de Nepal, u otros casos similares, para aprovecharse de la generosidad de las personas. En estos casos suelen ser las organizaciones de ayuda internacional las que son suplantadas aprovechando las avalanchas de solidaridad de las personas.
Entre los consejos que ofrece este experto policial está el nunca acceder a las páginas de los bancos o empresas directamente con los enlaces que aparecen en los correos sino buscar la dirección por otro sistema. Evitar dar contraseñas o números de cuenta «porque los bancos y las administraciones ya los tienen y nunca los van a pedir por este sistema», dice Checa que recuerda que lo mejor es, ante la duda, consultar con la Policía.