Con ustedes, Crístofer

Manuel Espadas
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Dos tantos del delantero toledano le otorgan los tres puntos al CD Ciudad Real frente al Gimnástico de Alcázar en un derbi poco brillante (2-0)

Crístofer festeja el 1-0 con su técnico y compañeros - Foto: Pablo Lorente

Dos goles de Crístofer en las postrimerías de ambos periodos, el primero precioso y el segundo agridulce, dejaban los tres puntos en la capital en el derbi que protagonizaron dos equipos que, aunque con un juego muy alejado de la brillantez, sí se mostraron competitivos y con resistencia física, a pesar de las importantes bajas que presentaban ambos bandos. Un partido que se lo llevó un CD Ciudad Real que llevó el control del juego, ante un Gimnástico que prefirió atrincherarse atrás, aunque sin renunciar a posibles contras.

Con la victoria de ayer, el conjunto de Alberto Parras encadena cuatro jornadas puntuando (dos empates y dos triunfos) y se acerca a la zona tranquila de la clasificación, mientras que los de Félix Monreal, colistas, estiran hasta la docena los encuentros sin conocer la victoria.

La primera mitad tuvo dos fases bien distintas. Los primeros  minutos fueron de color local, con una posesión de balón desproporcionada y aproximaciones al área que invitaban al personal a pensar en una mañana relativamente tranquila para los intereses azules. Un disparo de Kike Córdoba, casi sin ángulo, que salía muy cerca de la cepa del segundo palo y un posible derribo dentro del área sobre Fleky eran los méritos que acumuló el equipo de Alberto Parras, bien organizado y con buen gusto en el trato con el balón, sobre todo cuando pasaba por los pies de Luis Campos y un omnipresente Fleky, que ayer ocupó la zona ancha.

Los jugadores del CD Ciudad Real agarran a Crístofer tras marcar un golLos jugadores del CD Ciudad Real agarran a Crístofer tras marcar un gol - Foto: Pablo Lorente Sin embargo, ese desequilibrio se fue tornando en igualdad cuando los visitantes se afianzaron en sus labores defensivas, creciendo su confianza atrás, con Ales como jefe, y animándose a hacer sus ‘pinitos’ ofensivos, sobre todo en contras que la calidad de Zarza convertían en acciones de peligro. En una de ellas, el habilidoso delantero se internaba en el área local por el flanco derecho y cedía atrás para que Adri disparara fuera, en la jugada con más peligro hasta entonces. Corría el minuto 27 y ese ‘susto’ ciudadrealeño coincidió con el inicio de una fase más bien insulsa, aburrida y muy estéril en cuanto a ocasiones de gol.

Pero cuando el público, más callado que al principio, miraba de reojo el reloj ‘deseando’ la llegada del intermedio, el balón caía en los pies de Crístofer, que lo esperaba sobre la cal de la línea lateral del área grande del Gimnástico. El toledano recortaba a su par con la derecha, ganaba ángulo con un par de pasos y, con la izquierda, ponía el esférico en la escuadra contraria, haciendo inútil la estirada del meta Balbino. Golazo que servía como tarjeta de presentación de un futbolista en el que el club tiene depositadas muchas esperanzas y que, tras superar su lesión de rodilla, parece que empieza a responder a estas expectativas. Con esta ‘perla’ de Crístofer se llegaba al final de la primera mitad, con un premio para el equipo local y castigo para el visitante, quizás, cuando menos se lo merecían ambos.

 

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