Con la marcha de hombres como Poveda, Portero o Rober Giménez, el Vestas BM Alarcos perdió un potencial defensivo nada desdeñable, y más cuando las caras nuevas que han llegado esta temporada, como el argentino James Parker o el británico Josh da Silva, vienen avaladas más por su caudal ofensivo que por sus cualidades en la retaguardia, aunque también las tengan. Un problema que no preocupa sobremanera al entrenador, que ha encontrado durante este verano a la pieza ideal que le faltaba atrás. Y no es ningún fichaje estrella ni viene de muy lejos. Acaba de cumplir 17 años y es de aquí. Su nombre: Carlos Fernández Sánchez (15 de agosto de 2001, Ciudad Real).
El hermano pequeño del jugador del Ademar León ya estaba en los papeles de Javi Márquez desde el año pasado, cuando empezó a entrenar con la primera plantilla. Su evolución táctica, pero sobre todo física, ha sido espectacular en tan solo unos meses, y así ha quedado patente en los encuentros de preparación de esta pretemporada, donde ‘Carlitos’, como le llama su hermano Juanjo, ha estado muchos minutos sobre la pista, siempre en labores defensivas. «No son pruebas, es una alternativa real para la competición», anunciaba Márquez.

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