La Merced ofrece un repaso al trabajo de los egiptólogos

Diego Farto / Ciudad Real
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'Tebas. Los tesoros de una ciudad milenaria a las puertas del desierto' reúne en paneles las aportaciones españolas a la Egiptología

El Convento de La Merced acoge desde ayer la exposición Tebas. Los tesoros de una ciudad milenaria a las puertas del desierto, que se inauguró con una conferencia de la profesora de la UNED Inmaculada Vivas Sainz, a la que acompañaban en la mesa, Laura Burgos Bernal y Jessica Migallón Montaño, integrantes del equipo que ha comisariado la muestra, además del director del Museo de Ciudad Real-Convento de la Merced, José Ignacio de la Torre.

La exposición está compuesta por una serie de paneles gráficos y textos explicativos, además de algún mapa, en los que se explican los trabajos arqueológicos que se están desarrollando actualmente en Egipto, en especial aquellos en los que están involucrados especialistas españoles. A través de ella es posible conocer distintas necrópolis situadas en los alrededores de la capital del antiguo Egipto, desde las destinadas a la realeza, hasta otras más modestas, pasando por las de los oficiales de palacio, por poner un ejemplo.

Los paneles se distribuyen entre el claustro, donde ayer se desarrolló la conferencia de presentación y la galería subterránea, lo que permite al visitante hacer el recorrido de una forma lineal, puesto que una de las escaleras del pasaje del sótano desemboca junto al acceso al claustro.

En una conversación con La Tribuna momentos antes de su conferencia, Vivas explicó que hoy en día «la Egiptología ha avanzado mucho» y de hecho hay «varios proyectos importantes de excavación», con «un buen número de egiptólogos españoles trabajando en Egipto, de modo que ya estamos casi a la par de otros países, como Francia, Inglaterra...» y aunque reconoció que aún queda un pequeño trecho para la equiparación total, «vamos trabajando y poco a poco vamos consiguiendo resultados fantásticos».

La profesora de la UNED recordó que en la espiritualidad egipcia se mezclan muchos elementos «de religiosidad popular, de mitos que a nosotros muchas veces nos resulta un poco atípico, como ver dioses que son mitad animal y mitad hombre», entre los que mencionó especialmente el caso de Horus, «el protector de los faraones, que era mitad halcón y mitad humano, pero para ellos eran muy coherentes y estaban muy asentados en su sociedad», tanto en la religión oficial como en las creencias populares. Así mencionó a  Tuert, mitad mujer y mitad hipopótamo, que «era la diosa de la fecundidad y la fertilidad, que para nosotros resulta muy extraña pero que para las familias egipcias era alguien muy cotidiano».

En cuanto a la fascinación que el Egipto antiguo despierta en occidente, Vivas que cree que «sigue existiendo actualmente, tiene muchísimo interés para el gran público», afirmó. En este sentido, señaló que con independencia de que la Egiptología sea «una disciplina científica muy importante, también tiene muchísimo tirón y lo demuestran exposiciones como esta», mientras que el público sigue pendiente de «esos misterios, esas excavaciones en un valle, con ajuares, con tesoros».

Vivas recordó que el aura de misterio en torno a la civilización faraónica comenzó en el siglo XVIII y sobre todo «en el siglo XIX con esos viajeros que van a Egipto influidos por el romanticismo», pero ha continuado vigente y se ha alimentado con los descubrimientos realizados durante el siglo XX. Ahora esos aficionados disponen de un amplio recorrido sobre la aportación española.