Más de 350 víctimas de violencia con protección policial

Hilario L. Muñoz
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El dato implica un incremento del 19 por ciento respecto al año anterior fruto de un cambio normativo aplicado a finales de 2016 que modificaba la valoración del riesgo

Más de 350 víctimas de violencia con protección policial - Foto: PABLO LORENTE

Los cambios normativos y la mayor conciencia a la hora de denunciar son dos aspectos que se han convertido claves en el trabajo con las mujeres víctimas de violencia de género y en la valoración del riesgo cuando una víctima decide denunciar a su agresor. Para muestra se encuentra el hecho de que el segundo año con el cambio de los protocolos para valorar el riesgo de estas víctimas ha aumentado en un 19,5 por ciento las mujeres de la provincia de Ciudad Real que cuentan con protección. 2018 finaliza así con 356 mujeres que tienen algún tipo de vigilancia por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado o por la Policía Local, en aquellos municipios donde existe convenio para la vigilancia, por ejemplo en Ciudad Real. Esta protección se acuerda tras realizar un test, un sistema que se inició en 2007, y que implica una serie de preguntas desde la que se califica en un nivel de riesgo a las denunciantes. El dato de 2018 es el mayor desde que existen estadísticas en el Sistema de Seguimiento Integral en los Casos de Violencia de Género (Viogén), que encuadra a todas las víctimas tanto con vigilancia policial como sin ella.

En agosto de 2016 se estrenó la tercera modificación del protocolo para la valoración policial del nivel de riesgo, un cuestionario de evaluación policial del riesgo de violencia de género en el que a través de 69 apartados se valoraba si la víctima debía contar o no con protección o se declaraba algún otro tipo de medida preventiva. Desde su puesta en funcionamiento el primer año aumentaron un 15% los casos con protección, hasta los 298, y el pasado año ese 19% hasta más de 350. Hay que tener en cuenta que se está analizando la cuarta modificación de este desde el último trimestre del año pasado.

«Hay unos parámetros por los que se incrementa el nivel de riesgo y esta es la consecuencia», indicó la jefa de la unidad de Violencia de Género en la Subdelegación del Gobierno, María Ángeles Pérez, quien apuntó que se está produciendo por una doble consecuencia, ya que también hay una sociedad que «toma consciencia y denuncia más» y unas Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado que «tienen más sensibilidad». Por lo tanto, la situación en su opinión se debe a «dos razones: mayor sensibilidad y el cambio de la normativa», indicó Pérez. Hay que tener en cuenta que estos aumentos se producen en un año sin víctimas mortales en la provincia de Ciudad Real, tras un 2017 en que dos mujeres fueron asesinadas, junto a tres hijos, por sus parejas. También en un 2018, en el que Pérez, recuerda es el que menos víctimas mortales se han producido en España, 47, recuerda la jefa de la unidad de violencia de género.

De este modo hay que sumar el incremento en las víctimas, fruto de esa mayor conciencia a la hora de denunciar, ya que Viogén cierra 2018 con 724 mujeres incluidas en el sistema, un 11,2 por ciento más, y también con el mayor dato de los últimos años. El anterior es 2012, cuando hubo 712 mujeres en el sistema, aunque en esa ocasión solo 216, una de cada tres tenían protección policial. En 2018, son una de cada dos mujeres en el sistema las que cuentan con algún tipo de vigilancia, una muestra de ese cambio en la normativa.

A estas cifras hay que sumar un incremento durante el año 2018 en el número de dispositivos de seguimiento electrónicos activos para protección de las víctimas y que pasan de los 24 activos con que se cerró 2017 a los 31 del pasado año. En este caso, hay también un aumento derivado de los cambios normativos. Por ejemplo, en 2016 había 12, y nunca hasta que se modificó la norma se había superado la veintena. En total ha habido 108 de estos dispositivos en funcionamiento, según los datos publicados por el Ministerio de la Presidencia, Relaciones con las Cortes e Igualdad. «En este caso, los cambios de normativa son menos influyentes y hay más gente que denuncia» a lo que se suma un incremento de quienes son «merecedoras de la instalación de estos aparatos».

Del mismo modo también durante el pasado año crecieron las usuarias activas del sistema Atenpro, el sistema telefónico de atención a las víctimas con 152 activas al cierre del año, 11 más que en 2017.

Por último se produce una reducción de las personas condenadas y que pasan de los 77 del año anterior a 73 este año. Además, según datos del protal de transparencia existen 43 reclusos de Ciudad Real que cumplen condenan, uno menos que en 2017. De los liberados no hay ninguno con control telemético.

Adolescencia. Uno de los aspectos llamativos del cierre de datos del año pasado sobre víctimas de violencia se encuentra cuando se acude a las víctimas por edad, ya que con el nivel de riesgo activo hay nueve mujeres de entre 14 y 17 años que se encuentran en el sistema. De ellas una cierra el año en un nivel medio, por lo que cuenta con al menos llamadas para conocer su situación, dos están en el nivel de riesgo bajo y seis en el no apreciado, pero incluidas en el sistema por la cercanía con la agresión. Los casos son el triple de los que hubo al final del año 2017, cuando fueron tres las adolescentes incluidas en la base de datos de Viogén. Además, hay 20 víctimas menores que están incluidas si se suman las 11 cuyos casos se encuentran inactivos; en 2017 estas víctimas eran 11. Ciudad Real es la provincia de Castilla-La Mancha con más víctimas de violencia de género adolescentes; la segunda es Toledo con 15 víctimas, cuatro de los casos activos.

«Ha habido un repunte de la violencia en los casos más jóvenes o muy jóvenes, los de mujeres de 16 y 17 años», indicó María Ángeles Pérez. «Al hablar de la situación implica un repunte de la violencia en gente muy joven que se ha trasladado a los datos estadísticos», indicó la jefa de la Unidad de Violencia de Género en la provincia.