La subdelegada del Gobierno en la provincia, María Ángeles Herreros, acompañada del coronel jefe de la Comandancia de Ciudad Real, Humberto Urruchi, conoció in situ el funcionamiento de la IV Capitanía en una reunión de trabajo celebrada en Tomelloso en la que se expusieron las novedades y los operativos más recientes y se realizó un balance de 2018. Además del análisis de la situación del parque móvil, número de efectivos y medios materiales, los presentes valoraron el dato diferencial de delitos entre 2017 y 2018, años en los que se pasó 2.042 a 1.986, lo que supone una bajada del 2,7% de la delincuencia. «Este dato es inferior a la media de la provincia y muy inferior en comparación con el resto de la región», informaron ayer fuentes de la Subdelegación del Gobierno. En lo que a la tipología y su evolución se refiere, cabe destacar que descendieron los delitos contra el patrimonio, mientras que aumentaron ligeramente los relativos a violencia de género y riñas tumultuarias. Otro de los datos más reseñables está en el esclarecimiento de los delitos, que se situó en el 60%, «una cifra muy elevada» que obedece al «trabajo diario de los comandantes de los distintos puestos y de los agentes con los que se trabaja». En la reunión detallaron las operaciones más importantes de 2018, destacando la denominada ‘Rosas Negras’, con numerosos investigados y en la que se detuvieron a 28 personas. Dentro de las actuaciones preventivas, el Instituto armado resaltó la identificación de 36.000 personas, fruto de las órdenes de servicio que se atienden. Se puso también de relieve las labores de seguridad, sobre todo en las fiestas locales, espectáculos taurinos y pirotécnicos; el trabajo asistencial, con la organización de charlas sobre los riesgos de internet, la prevención y tolerancia cero frente al acoso escolar y la violencia de género en institutos; y los servicios humanitarios (auxilio en accidentes de tráfico, en situaciones climáticas adversas, senderistas extraviados...).