La entidad bancaria BBVA registró un beneficio atribuido de 1.929 millones de euros en los nueve primeros meses de este año, lo que supone un descenso del 37,3% respecto al mismo período del ejercicio anterior, cuando contabilizó plusvalías por la venta de activos no estratégicos. Sin tener en cuenta las operaciones corporativas, el superavit del banco creció un 43,2% en términos interanuales, hasta situarse en 2.277 millones.
«El crecimiento de los ingresos refleja la fortaleza de nuestro modelo de negocio», subrayó el consejero delegado de BBVA, Ángel Cano. «Esa misma fortaleza y nuestro nivel de solvencia han destacado entre la gran banca europea en las pruebas más exigentes hechas hasta la fecha al sector financiero europeo», afirmó.
La tasa de mora del grupo se situó en el 6,1% a cierre de septiembre, frente al 6,7% de un año antes y 28 puntos básicos menos que a 30 de junio. La cobertura, por su parte, aumentó hasta el 63%. Además, el saldo de dudosos se redujo un 7,9% respecto a la cifra de septiembre de 2013, a tipos de cambio corrientes.
Excluyendo la actividad inmobiliaria, la tasa de mora del grupo marcó el 4,3%, mientras que la cobertura alcanzó el 64%.
El margen de intereses entre julio y septiembre fue el más elevado desde 2012, con 3.830 millones, y aumentó en todas las áreas de negocio respecto al año anterior. En el acumulado de los nueve primeros meses logró 10.868 millones, con un alza del 0,1%.
El resultado bruto del tercer trimestre avanzó un 7,8% respecto al del mismo período de 2013, hasta situarse en 5.160 millones, al tiempo que el margen neto generó 2.418 millones, un 10,9% más.
El banco subrayó que ha continuado con su estrategia de costes por regiones al contener los gastos en los mercados desarrollados, y apoyarla en los emergentes.
Respecto a la actividad, el crédito bruto a la clientela alcanzó los 361.084 millones entre enero y septiembre, con un alza del 1,1%.
En España y en los negocios mayoristas de Eurasia, el saldo total continuó descendiendo, aunque a menor ritmo. En cambio, el crédito creció a tasas interanuales de doble dígito en América del Sur, México, Turquía y Estados Unidos.
Por su parte, los depósitos de la clientela totalizaron 329.610 millones de euros, con un incremento del 8,5% respecto a un año antes, que se traduce en que continuaron creciendo en todas las geografías donde BBVA opera.
En cuanto al proceso de transformación digital del grupo, el BBVA siguió adaptándose a las demandas de los clientes, en un entorno marcado por el creciente uso de dispositivos móviles y la irrupción de nuevos competidores.
En España, la entidad ganó 836 millones en los nueve primeros meses de 2014, lo que supone un 70,2% más que hace un año.
La actividad bancaria vio una recuperación incipiente en la demanda de préstamos, pero aún no llegó a dar la vuelta al comportamiento del saldo medio total, que retrocedió un 5,6%, mientras los recursos se impulsaron un 11,1%.
USOS INDEBIDOS. Durante la pesentación de resultados el consejero delegado del BBVA, Ángel Cano, afirmó que «no es infrecuente» que la entidad despida a empleados por un uso «incorrecto o indebido» de tarjetas corporativas, tras los trabajos de las auditorías con las que cuenta el banco para supervisar su utilización.
Cano aseguró tajante que BBVA ha sido «especialmente riguroso» con el uso de las tarjetas corporativas. «Si fuéramos flexibles sería imposible implantar una cultura basada en los principios».
Asimismo, el consejero adelantó su previsión de que su negocio inmobiliario saldrá de números rojos en dos o tres años.
En esta línea de transparencia, el director financiero del BBVA, Jaime Sáenz de Tejada, garantizó que la entidad cuenta con garantías contractuales que le «aíslan» de las operaciones supuestamente irregulares detectadas por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) en Catalunya Banc (CX), sociedad que BBVA se adjudicó a finales de junio por 1.187 millones de euros.