El proyecto, que surgió a raíz de la idea del catedrático de la Escuela de Ingeniería Minera e Industrial de Almadén (EIMIA) Pedro Aránguez, se desarrollará en el departamento de Ingeniería de Proyectos que dirige el profesor José Tejero Manzanares y contará con una subvención de la Diputación de 120.000 euros. El objetivo es dar solución a una necesidad, comenta Aránguez, quien asegura además que son muchas las localidades de esa comarca las que cuentan «con gran cantidad y diversidad de minerales» hasta tal punto, subraya, que «convierten en esa comarca en uno de los líderes mundiales en esos minerales». Es el caso, por ejemplo, del wolframio en Abenójar, de la única mina de fosfatos de Europa que alberga Fontanarejos o de la mina de plomo, plata y cinc que hay en torno a Saceruela, «cuyo derecho minero está caducado y cuyo alzamiento consiste en un simple escrito del director general de Minas de Madrid», lamenta Aránguez.