Antes de la crisis era una imagen habitual: recién completada la autovía A-43 para conectar Tomelloso y Ciudad Real sin tener que abandonar esta vía, existía un punto, en el término municipal de Daimiel, en el que la carretera pasaba a tener tres carriles, coincidiendo con la salida hacia la N-420 (CM-420) para conectar con Madrid, y estaba muy bien iluminada por una serie de farolas que permitían no pasarse una salida que supone una de las principales conexiones de la cabecera de la provincia con la capital de España. Era un tramo de dos kilómetros en el que las farolas continúan allí, pero apagadas después de que el Ministerio de Fomento bajara el interruptor en el año 2010 y no lo haya vuelto a encender, ni en este ni en otros cinco puntos de su competencia que contaban con luz antes del inicio de esta década. De hecho, y según la información que Fomento ha hecho llegar a este diario, Fomento sólo mantiene iluminación artificial en 300 metros de su red de carreteras