Desde que el Viña Albali Valdepeñas lograse el ascenso a Primera División el pasado mes de abril, la espera se ha hecho eterna para un equipo dispuesto a soñar en la máxima categoría del fútbol sala nacional. La escuadra de Leo Herrera comenzó ayer la pretemporada en el pabellón Quijote Arena de Ciudad Real, escenario donde también disputará sus primeros partidos ligueros debido a las obras de ampliación del Virgen de la Cabeza de Valdepeñas. 

Sobre la pista, mucha ilusión, tal y como resaltaron los propios jugadores, entre ellos el capitán Mimi, que ejerció de padrino antes los recién llegados José Ruiz , Carlos Muñoz, Terry, Víctor López y Thiago Cabeça, además de Cózar y Álex Naranjo, que realizarán la pretemporada con el  primer equipo. 

Y al frente de todo se encontraba Leo Herrera, que no podía ocultar su alegría por comenzar lo que se anticipa como un curso inolvidable. El técnico señalaba que «comenzamos oficialmente una temporada con la que soñábamos hace años, ahora toca trabajar para estar a la altura de lo que la categoría demanda y nos exigirá», añadiendo asimismo que «el objetivo que nos marcamos, siendo sensatos y humildes, debe ser la permanencia». 

«Una de las cualidades del equipo ha sido la capacidad de adaptación en cualquier escenario y en el Quijote Arena no va a ser una excepción», subrayó el técnico sobre el cambio de domicilio en una pista en la que únicamente faltó Mendiola, de permiso tras su reciente paternidad.