Mes y medio después de llegar a la Moncloa a través de la primera moción de censura que salió adelante en la historia reciente de España, el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, presentó ayer en el Congreso de los Diputados la hoja de ruta de su Ejecutivo para lo que resta de legislatura, una «agenda del cambio» en la que, según enfatizó, primarán las medidas de carácter social e incluirá iniciativas como la prohibición de nuevas amnistías fiscales.

Aunque confirmó que no podrá cumplir con una de sus promesas estrella -la publicación de la lista de los que se acogieron a esta medida durante los años de Rajoy-, al no existir margen jurídico para ello, anunció que, dentro de una nueva normativa de lucha contra el fraude, se impedirá por ley que existan nuevas amnistías, ya que la que encabezó el ministro Cristóbal Montoro supuso, a su juicio, «un fracaso moral y recaudatorio».

Más allá de este asunto, el capítulo económico ocupó la mayor parte del discurso del mandatario socialista. Basado en el eje de la consolidación del crecimiento económico y la creación de empleo, Sánchez adelantó algunas de las medidas que quiere llevar a la Cámara Baja, como la imposición de una tasa a las compañías tecnológicas o la banca, o el incremento del tipo mínimo del impuesto de sociedades hasta, al menos, el 15 por ciento para las grandes empresas para sufragar, entre otras cosas, el sistema público de pensiones.

También en el ámbito económico y social anunció un plan de choque para frenar el paro juvenil y ratificó la nueva senda de déficit público, que sube hasta el 0,3 por ciento en el caso de las comunidades para el año 2019, dos décimas más de lo previsto inicialmente y que supondrá 2.400 millones de euros adicionales para las regiones.

El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, criticó duramente estas medidas económicas: «Que se cojan la cartera todos los españoles porque el señor Sánchez ha venido con la máquina de los impuestos y de los gastos». En la misma línea, el portavoz del PP, Rafael Hernando, aseguró que «los socialistas vuelven a lo que mejor saben hacer: gastar el dinero de los demás». 

Otra de las medidas confirmadas fue la exhumación de los restos del dictador Francisco Franco del Valle de los Caídos, que, según el presidente del Gobierno, se producirá «breve». «Un país que mira al futuro tiene que estar en paz con su pasado», subrayó. A cuenta del caudillo, también hubo debate ya que el popular Hernando pidió al socialista que dejara «la historia para los historiadores».