La caza, a debate

Hilario L. Muñoz
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En pleno debate sobre la caza en Castilla-La Mancha y sobre los cambios que deban realizarse en la ley regional del sector, un representante del sector a favor y otro en contra contraponen sus ideas sobre la necesidad o no de la actividad cinegética

Luis Fernando Villanueva - Foto: TOMÁS FERNÁNDEZ DE MOYA

Luis Fernando Villanueva, presidente de Aproca, recuerda que la  caza genera 6.500 millones al PIB, con 187.000 empleos

 

¿Por qué apoyar de la caza?

Hay que posicionarse a favor bajo tres prismas. El social, que es implica que muchos sigamos ligados a las tradiciones y provoca una minoración de la pérdida de población. El ambiental, ya que la mayoría del territorio no está gestionado por las administraciones públicas sino por los agricultores, los ganaderos y los cotos de caza. La caza ejerce una función de conservación importantísima porque los espacios mejor conservados están en manos de gente que conserva la caza. La última pata es el tema económico y ahí está el estudio de la Fundación Artemisán, que pone datos claros como que la caza genera 6.500 millones de euros al PIB, con 187.000 empleos.  

¿Cómo se puede convencer a alguien que esté en contra de la caza?

Alfonso SenovillaAlfonso SenovillaSiempre digo que en España hay cerca de un millón de cazadores y aquí soy crítico también porque hemos estado con cierta tranquilidad, ya que todo el mundo pensaba que nadie podía dudar de una actividad como esta. En una sociedad urbana cada vez más alejada del mundo rural es necesario convencerles de que respeten, ya que la caza es necesaria bajo esos tres prismas. Si a alguien se le ocurriera prohibir la caza y su ciclo natural se incrementarían mucho los accidentes de tráfico o los daños a la agricultura. Se puede convencer dando datos, haciendo estudios y reflejando la realidad de lo que la caza supone.

¿Qué pasaría si no hubiera caza?

En primer lugar borrar los datos económicos que he dado pero eso ni es posible ni va a ser posible nunca. Lo que sí es posible es que se prohíba en ciertos lugares, como ya ha ocurrido. Por ejemplo, en el parque nacional de Guadarrama, en Madrid, un juez por una denuncia de Pacma, ha prohibido cualquier tipo de caza y lo que ha pasado es que desde hace dos años, la población de cabra montesa se ha multiplicado exponecialmente y eso ha provocado que los daños a la vegetación sean gravísimos desde el punto de vista medio ambiental.

Hay contradicción entre pedir que haya menos granjas y prohibir la caza. ¿Qué se hace con la carne?

Está claro que el aprovechamiento de la carne de caza es algo que Pacma desconoce pero en los años 60, 70 y 80 ha permitido la supervivencia de muchas familias. Tenemos claro que lo que hay que hacer es un aprovechamiento de caza sostenible y a través de Asiccaza se hace un esfuerzo muy importante para revalorizar esa estrategia.

 

Alfonso Senovilla, veterinario asesor del Partido Pacma, dice que "se reconvertiría en turismo rural que para el medio ambiente sería muy positivo"

¿Por qué estar en contra de la caza?

Porque ocasiona la muerte de más de 20 millones de animales y los perros utilizados durante las actividades cinegéticas tienen una vida lamentable y viven en malas condiciones higiénico sanitarias o mueren en la propia actividad. Además porque hemos visto, sobre todo últimamente, como la caza provoca imágenes terribles en algunos animales.

¿Cómo se puede convencer a alguien que está a favor de la caza?

La verdad es que es muy difícil. La gente que no está posicionada puede empatizar con los animales, con ciervos o jabalíes que no mueren al instante si no a las horas, desangrados, pero a la gente que practica la caza y que está metida en el mundo es difícil hacerles cambiar. Es más posible que los jóvenes no empiecen a practicarlo, ya que el sector cinegético es más duro en sus convicciones, a diferencia del taurino. El cazador es un actor y es muy difícil convencerlo. El objetivo es convencer a los políticos para que legislen en este sentido y hacer ver a la sociedad la realidad que conlleva la caza.

¿Qué pasaría si no hubiera caza?

No hay tanta gente en realidad que viva de la caza como dice el sector dice. Mueve mucho dinero pero entre élites. Hay determinadas familias que viven de la caza y relacionados con la actividad cinegética pero el mundo rural podría sobrevivir sin la caza. Ya hay sectores que han cambiado y han desaparecido y no ha pasado nada. Se tendría que reconvertir en un turismo rural que para el medio ambiente sería positivo. Siempre el sector dice que la caza es imprescindible pero es falso, porque el sector maneja ese ecosistema. Se quejan de que hay plagas de conejos pero no se dice que se acaba con los depredadores, como los zorros.

Hay contradicción entre pedir que haya menos granjas y prohibir la caza. ¿Qué se hace con la carne?

Son procesos diferentes porque socialmente están diferenciados. Lo cinegético está enraizado en parte de la sociedad y la carne desde mi punto de vista está muy metido en la sociedad, con un sacrificio de 800 millones de animales en España. Por eso nuestro posicionamiento es virar hacia el vegetarianismo, es un proceso largo pero no es solo ético sino medio ambientalmente más sostenible.