La Escuela Municipal de Gimnasia Rítmica de Ciudad Real crece año a año. Este curso son casi 250 las alumnas inscritas, con edades comprendidas entre los 5 y los 16 años, pero lo que llama poderosamente la atención, más que el número en sí, es ver cómo casi todas repiten.

«Es un deporte muy femenino y da pie a mucha libertad y creatividad», justifica una de sus monitoras, Leticia Gómez, una de las artífices del crecimiento exponencial de este deporte en la capital durante los últimos años.

Junto a Leticia, también están como monitoras Verónica López y Virginia Herreros. Ellas son las responsables de la formación, pero siempre introduciendo juegos y elementos divertidos, especialmente con las más pequeñas.

La distribución de grupos se realiza principalmente por edades y también por las cualidades de las propias niñas. «Nos adaptamos al nivel de cada una», asegura Gómez. «Con las pequeñas tienes que jugar mucho, especialmente al principio de la clase, porque si no se te dispersan mucho. Con las mayores ya es diferente porque vienen aquí a aprender y lo que desean es entrenar». Cada grupo dispone de dos horas semanales de entrenamientos.

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