La mala fortuna se ha cruzado en el camino de Pablo, jugador del CD Ciudad Real que tendrá que pasar por el quirófano para superar una rotura de escafoides en su mano izquierda. Después de varios meses soportando dolor en la zona, el jugador explica que no fue hasta hace dos semanas cuando se le diagnóstico la rotura, momento en el que decidía dilatar la operación, obligatoria en estos casos, hasta final de temporada.
No obstante, un fuerte choque en el partido del Trofeo Diputación disputado el pasado miércoles ante el Manzanares le ha obligado a cambiar de planes, y es que un nuevo contratiempo en su mano izquierda podría provocarle secuelas permanentes. «Había pensado esperar hasta que acabase la temporada, pero por miedo lo mejor es pasar por quirófano», señala el jugador, visiblemente disgustado con el árbitro del encuentro, Sevilla Lérida, que no le permitió actuar con un vendaje funcional por ser de distinto color que la indumentaria del Deportivo. Aún sin fecha para la operación, el tiempo estimado de recuperación ronda los tres meses, por lo que Pablo cifra su regreso de cara a la segunda vuelta de la competición.

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