«Este país ha mirado con vergüenza su historia»

M. Sierra
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Nacido en Madrid en 1958, Javier Olivares es el produtor y creador de series como Isabel y Víctor Ros, a las que se suma ahora El ministerio del Tiempo.

De negro y sin quitarse las gafas de sol, se mueve inquieto por la plaza de Almagro. El tiempo es algo con lo que  «hay que lidiar cada día», lamenta, mientras mira el reloj a la puerta del Corral de Comedias, donde está a la espera de que se retome la grabación. Está en la villa encajera con motivo del rodaje de la serie de TVE El Ministerio del Tiempo, escenario del capítulo dedicado a Miguel de Cervantes. Detrás de ese aspecto anónimo se esconde Javier Olivares,  la persona que quizá menos interés despierta entre los seguidores que se acercan al Corral para ver si tienen la suerte de encontrarse con algún actor conocido. Mucha de esa gente no sabe que sin él  esta serie no existiría, pero tampoco habría existido Isabel o Víctor Ros.       

El Corral de Comedias saldrá en la segunda temporada de El ministerio del tiempo. ¿Cómo ha recibido el municipio al equipo de rodaje?

Muy bien. Nos encantaría que otros ayuntamientos tuvieran la disposición que ha tenido éste.

Primero Isabel la Católica,  después Victor Ros y ahora El Ministerio del tiempo. Parece haber encontrado la fórmula para hacer de nuestra historia fuente de ficción.

El primer libro que escribí sobre Isabel la Católica, con 40.000 copias vendidas, ya es un best seller. Lo que pasa es que este país ha mirado con demasiada vergüenza su propia historia  y creo que el espectador tiene ganas de conocerla. ¿Cuántas versiones hemos visto del Alamo? ¿20.000? Pues resulta que de Los últimos de Filipinas sólo se hizo una y estoy hablando de una película en la que debutaba Tony Leblanc.

¿Tal vez no cuajó?

La cosa funciona si tratas bien la historia. Nosotros nos hemos permitido el lujo de contarla de diversas maneras. De manera más rigurosa con Isabel la Católica; después, con Víctor Ros, a través de la adaptación de una novela de Jerónimo Tristante, a partir de la que analizamos la historia, ya que cambiamos de época al protagonista; y ahora esto, que es una especie de locura, una serie de aventuras, de género fantástico, en el que nos permitimos el lujo de viajar a distintos momentos de la historia. El hecho histórico es real, pero adornado con todo tipo de aventuras. Es una especie de Episodios nacionales pero al estilo del género fantástico.

¿Un consejo para los que se decidan a seguir su estela?

No lo sé. Creo que uno de nuestros aciertos ha sido no ver a los personajes históricos como héroes, sino como seres humanos con sus debilidades y sus grandezas. Porque en cuanto quieres convertirlos en héroes, el personaje chirría. Contar una historia para generar una oda es un grave error. Por eso creo que Isabel marcó un antes y un después. Para unos, Isabel siempre fue grande y libre y para otros una guarra que no se cambiaba de bragas, pero es mucho más que eso, y nosotros demostramos que se podía contar su historia sin necesidad de ir hacia un lado o hacia otro.  

Dicen que quién no conoce la historia está condenado a repetirla. ¿Esto nos ayudará?     

Eso espero. Cada vez que hago una investigación me doy cuenta de que muchas cosas de las que pasan ahora ya han pasado antes. Por eso me parece que es muy importante que la gente sepa de dónde venimos y nuestros fallos para no caer en  graves errores. Si la gente supiera un poco más de historia no la engañarían tanto.