Denuncian dos casos de negligencia en niños operados en La Milagrosa

R.S. / E.P.
-

Una treintena de familias de la región hace público su descontento con el trato recibido por sus hijos, intervenidos en la clínica privada madrileña tras ser derivados por el Sescam

Los efectos de las «malas prácticas» de la clínica privada madrileña La Milagrosa ya han sido denunciados por 30 familias de la región, de las que dos son de la provincia de Ciudad Real. Muchos de ellos, según indicaron, «tendrán que volver a pasar por quirófano». María Luisa es madre de un niño que en abril cumple tres años. El 15 de diciembre fue operado de criptorquidia (testículo oculto) en el hospital privado La Milagrosa de Madrid, tras ser derivado allí desde el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam). «No había cumplido el año cuando desde el HGUCR le derivaron al CHUA de Albacete», explica esta madre. Así, tras un año de espera, fue visto en consulta y, de ahí, remitido a La Milagrosa.

El alta médica se la dieron el mismo día. «Llegamos a las doce horas, entró en quirófano a las dos, salió a las tres y a las cinco estábamos en el AVE de vuelta sin tiempo para recuperarse», asegura incidiendo en que «en teoría iba a ser ingresado». «Entraba un niño y salía otro recién operado», lamenta María Luisa, para quien el contexto, en mitad de un pasillo lleno de familias «por el que pasaban los carros de la comida», no era el más apropiado. «No me gustó, porque una operación, con anestesia general, no es cualquier cosa», según manifiesta. No en vano, en el trayecto tuvieron que cambiar la venda al pequeño porque sangraba.

Las familias afectadas, que denunciarán su situación en las comisarías provinciales con el objetivo de que esta situación llegue a manos de la Fiscalía de Menores, pidieron al Sescam el cese de las derivaciones de niños a centros privados como la Clínica Rosario de Albacete y el Hospital La Milagrosa de Madrid. Y, hasta que se aclare lo ocurrido y se compruebe si el porcentaje de complicaciones que se ha producido se corresponde para este tipo de cirugías, el servicio de salud ha decidido paralizarlas. «Se da la terrible circunstancia de que todas las operaciones han sido realizadas en la misma clínica y por el mismo cirujano», según expusieron dejando claro que «los últimos casos que están llegando son del 16 de marzo, fecha en la que el Sescam ya reconoce tener noticias de las negligencias».

La Milagrosa, que se reserva el derecho de emprender las acciones legales que en derecho les asisten, lamentó en un comunicado que «en algún momento puntual» un grupo de familias no se hayan sentido tratadas «de forma adecuada». «Algo que, desde luego, no forma parte del espíritu del trato con el paciente que siempre ha presidido esta institución». «En nuestro centro se han intervenido desde el mes de diciembre de 2014 un total de 425 pacientes de cirugía pediátrica derivados por el Sescam de las siguientes patologías: fimosis, hernias inguinales, hernias umbilicales, criptorquidia e hidroceles testiculares», señaló, para añadir que «todas las cirugías se realizaron tras una consulta preoperatoria a cargo de un cirujano y un anestesista».

Del mismo modo, apuntó en el curso del postoperatorio se han detectado la reaparición dos hidroceles testiculares y de una hernia umbilical. «En el caso de las criptorquideas, tal como indica el protocolo y como ya se había indicado a los padres, requieren de un segundo tiempo quirúrgico», según apostilló. En el caso de las fimosis, precisó que se realizaron prepucioplastias estéticas -técnica quirúrgica de elección para resolver el problema de estrechez del prepucio- por ser menos cruenta y dolorosa para los pequeños.