El presidente del Barcelona, Josep María Bartomeu, parece abonado a la polémica. El caso Neymar, que ya provocó la caída de su antecesor en el cargo, Sandro Rosell, le lleva persiguiendo desde que accedió al liderazgo ‘culé’. Un proceso que ayer vivió un episodio más, especialmente cruel, al publicarse que el mandatario azulgrana se justificó hasta en tres ocasiones en el fallecido Tito Vilanova al ser cuestionado por el juez el pasado mes de febrero por el sobrecoste del traspaso del brasileño. Según el actual mandatario catalán, fue el entrenador fallecido quien pidió y provocó el fichaje del astro ‘carioca’ un año antes de lo previsto, acción que elevó el coste del traspaso. Ante el revuelo por esas palabras, el propio Bartomeu tuvo que salir a insistir en que se había «malinterpretado» su declaración.

«Tuvimos una reunión con nuestro entrenador, Tito Vilanova, que nos pidió si podíamos adelantar la llegada del, por entonces, futbolista del Santos un año, porque hacía falta al equipo», esgrimió, no obstante, ante el juez en su primera mención al técnico que murió meses después víctima de un cáncer.

«La intención de la familia Neymar era acabar el Mundial en 2014 e irse de su país, pero la petición de nuestro entrenador era esa e intentamos atenderla. Rosell habló con el padre y en junio llegaron al acuerdo para que vinieran a Barcelona un año antes de lo previsto», añadió Bartomeu en su declaración.

Y, una tercera vez aludió el presidente al fallecido Vilanova para explicar las razones que llevaron a adelantar el fichaje y a pagar más dinero por el internacional ‘carioca’. «Fue una petición del entrenador. Entonces estaba enfermo, fuimos con Rosell a Nueva York a ver cómo se encontraba, y nos dijo: ‘Si podéis, intentar traerle un año antes, si es posible’», argumentó. «Tito nos explicó que quería reforzar la delantera y la defensa, nos pidió un central y a Neymar. Los entrenadores, lo que cuestan los jugadores, no lo saben. Nos explica que, técnicamente, solo tenemos un jugador desequilibrante, que no quería a Villa y sí al brasileño. Se produjo en febrero de 2013 en Nueva York, donde estaba haciendo quimioterapia», apostilló al respecto.

Asimismo, Bartomeu aseguró en el tribunal que él no tuvo nada que ver en las negociaciones y que se enteró de las condiciones del traspaso en la firma del contrato. «Como era un jugador brasileño, fue Rosell, que era quien tenía más contactos y conocía el entorno del jugador, quien lideró las negociaciones», recalcó.

En este sentido, el mandatario azulgrana reiteró varias veces que los miembros de la Junta Directiva, desde el presidente hasta los vocales, no tienen responsabilidad alguna en los contratos supuestamente fraudulentos que acompañaron la llegada del brasileño a la Ciudad Condal: «Somos cargos institucionales y no ejecutivos. No damos instrucciones sobre asuntos contables».

Poco después de que la Cadena Ser hiciera pública la declaración de Bartomeu, el dirigentee catalán aseguró estar «decepcionado» con la interpretación que se había hecho de sus palabras, al tiempo que dejó claro que el «mérito» del fichaje fue de Vilanova, pero que el técnico catalán no tuvo nada que ver en el coste del mismo. «No me gusta que nadie juegue con la figura de Vilanova. Estamos en contra de quien quiera manchar su figura», remarcó el presidente del Barça.