Julio Retamosa: «Al actual Gobierno le hemos dicho que no defiende los derechos con la misma intensidad cuando era oposición»

M. Lillo
-

Este ciudarealeño presume de ser el primer afiliado del sector de la sanidad de CSI·F en Ciudad Real, sindicato al que lleva vinculado 23 años.

El pasado 15 de marzo fue elegido presidente regional de CSI·F, ¿qué es lo más urgente que quiere abordar al frente del sindicato?

Hay muchos retos por delante y muchas cosas que mejorar. En el congreso hablamos de temas con los que estamos comprometidos, pero, en especial, dos, que son también los que preocupan a la sociedad. Uno es la corrupción y el otro es el paro. Este gobierno va a encontrar todo el apoyo y el respaldo del sindicato en Castilla-La Mancha para tratar de acabar, en la medida de lo posible, con estos dos lastres. Del nuevo Gobierno hay notas musicales que suenan muy bien, como la promesa del presidente Page de reducir a la mitad el número de parados, y nos va a tener para ello porque creemos que es imprescindible hacerlo. Para mí es una vergüenza que haya 227.000 parados en la región, un 25% de tasa de paro y se eleve a un 54% en menores de 25 años. Si continuamos en esa línea estamos impidiendo el desarrollo de nuestra comunidad.

¿Qué medidas plantea CSI·F para atajar ese gran problema?

Que se favorezca la creación de empresas en las que se genere empleo y, en el ámbito de la función pública, que se readmitan los 20.000 trabajadores que despidieron con los recortes. Nosotros buscamos una función pública de calidad y de cantidad y nunca puede ser de calidad si trabaja muy poca gente. Además, son servicios de los que nos beneficiamos todos, como la educación o la sanidad.

¿Cuál es la radiografía de los empleados públicos de Castilla-La Mancha tras los años de la crisis?

En los últimos tres años hemos bajado en 30 puntos. La sociedad, y así lo han vendido, nos ha demonizado con la crisis porque tenemos la suerte de tener un trabajo. Cuando hay una persona en el paro, que pasa muchas penalidades porque quizás no tiene ayuda, puede pensar que el funcionario o el empleado público es un privilegiado y no es justo. Para acceder a este sitio todo el mundo tiene oportunidades, hay que prepararse con estudios, con una oposición complicada y superarla y, aún así, no nos garantiza que seamos eternos en nuestro empleo. Además, la gente ha abusado mucho del chiste de La Codorniz del empleado público de que siempre está tomando café y el ‘vuelva usted mañana’. Eso no es cierto. Está la figura del docente, los profesionales sanitarios, los policías... y son empleos útiles para la sociedad. Asimismo, el sueldo medio de un empleado público suele ser de 1.200 euros, que da para sacar adelante a la familia, ir quince días de vacaciones a Benidorm y poco más.

En cuanto a los tópicos sobre los funcionarios, ¿en qué medida hace autocrítica y cree que han dado pie a esa imagen generalizada en la sociedad?

Lo que tenían que pensar es que el funcionario no es sólo la persona que está en una oficina, ellos son responsables y además nadie les deja que tomen tantos cafés, ni que desaparezcan y que cuando llama una persona en una cama que está hospitalizada no se le dice ‘vuelva usted mañana’, ni cuando va a un colegio a las 9.00 horas no te dicen ‘vuelva mañana. Se han hecho muchos chistes y yo pienso que es un tópico y cuando hay personas que están en unas condiciones que nosotros lamentamos es muy fácil, desde un gobierno, como hizo el último, responsabilizarnos de la crisis. Nosotros no éramos los culpables de la crisis, más bien era el crecimiento que había de asesores y, de hecho, no recibimos ningún ejemplo motivador de ellos (los políticos). Si nosotros vemos que la sociedad está pasando apuros, seríamos los primeros en renunciar voluntariamente a parte de nuestro salario para que otros ciudadanos pudieran estar mejor, pero eso fue una imposición.

Se refiere a las imposiciones de años anteriores...

A nosotros nos impuso el gobierno de Zapatero un 5% de reducción en un segundo y lo que llamamos ‘tasa Cospedal’ en otro segundo era otro 3% menos y es en la única comunidad de España en la que existe. Por eso decimos que el empleado público de Castilla-La Mancha es el peor tratado de España. Además, nos aumentaron la edad de jubilación, la jornada laboral, nos redujeron las ventajas de las bajas laborales, una cosa esquizofrénica... Fueron a la medida más fácil, dijeron ‘a estos los tenemos controlados, cobran tanto y le quitamos un poco más’, mientras ellos seguían con su fiesta, contratando asesores, subiéndose el sueldo y estamos viendo continuamente casos de corrupción... Por tanto, es normal que nosotros nos indignemos.

¿Cómo cree que se debe abordar la reforma de la administración, haciéndola más ágil para los ciudadanos, pero satisfaciendo a los empleados públicos?

Creo que tendría que haber un pacto a nivel nacional y que contaran con los que representamos a los trabajadores, que conocieran de primera mano nuestra opinión. Nosotros estamos metidos en un ámbito nacional y no queremos que unas comunidades tengan unos derechos y otras otros, tenemos que tender a la cohesión y la uniformidad entre las regiones y debería haber un pacto de Estado, independientemente del Gobierno, en el que se respeten unas normas comunes.

En cuanto a la recuperación de los 20.000 empleados públicos que señalaba, ¿a qué sectores deben ir dirigidos?

Básicamente, en la región, al sector de educación y de sanidad. Así, tengo que decir que hay otra música que me vuelve a sonar bien cuando veo que sacan 1.040 plazas de oposiciones en el Sescam, siempre que se respete a la plantilla de interinos. La oferta de empleo pública ha estado congelada en todos estos años y nos es muy grato ver cómo se empiezan a hacer las primeras cosas. También se empieza a oír que van a admitir a gente nueva en educación y este año habrá oposiciones. Son las noticias que nos gustan si queremos dar una atención de calidad.

¿Cómo es la relación con el Gobierno regional, al que ya le ha pedido cosas?

En el congreso del día 15 estuvo el vicepresidente y nos ofreció diálogo y a este sindicato lo que más le gusta es dialogar.

¿Qué pedirá CSI·F en el diálogo social que se ha abierto de nuevo?

El día 15 ya empezamos a pedir porque, como este sindicato es independiente, podemos hablar con la tranquilidad ante un gobierno u otro. No se nos caen los anillos si tenemos que alabar algunas gestiones, ni tampoco si tenemos que criticar y pedir. A este gobierno le hemos dicho una cosa: ‘Ustedes no son los mismos que cuando estaban en la oposición’.

¿En qué sentido?

A nosotros nos gusta tener un gobierno que cumpla con lo prometido. Lo digo porque el PSOE, cuando estaba en la oposición en la región hizo suyas nuestras reivindicaciones, ya que pedíamos la devolución del 3% del salario y la reducción de jornada. Ellos empezaron a pedirlo con la misma fuerza que nosotros y en la enmienda de los presupuestos de 2015 llevaron nuestra propuesta, pero cuando los hemos visto gobernando, nos quieren tomar el pelo. Todo eso que pedían para nosotros, ahora ha pasado a otra cosa: a decir que ha habido un acuerdo en una mesa general, en la que han firmado los sindicatos que se esperaba, los  afines al gobierno y ellos mismos lo dicen, mientras que nosotros jamás nos permitiríamos decir desde el sindicato que tienen que votar a este partido o a otro, nuestro único compromiso es con los trabajadores. Por eso yo le lanzo un mensaje al Gobierno regional: que no se engañe porque ellos están contentos con que lo que les han firmado sus sindicatos y la administración, pero los que no están contentos son los trabajadores y nosotros no estamos ni para quitar ni para poner gobierno, pero somos 70.000 familias en la región y pidiendo que pueden ser decisivas para unas elecciones.

¿Qué pide CSI·F en concreto?

La supresión del 3% que se nos impuso y que llamamos ‘tasa Cospedal’, pero cómo se perpetúe en el tiempo se va a llamar ‘tasa Cospedal-Page’.

No obstante, sí se eliminaron las llamadas ‘horas Cospedal’, que implicaron entonces un aumento de la jornada laboral...

Bueno, eso tiene trampa porque cuando el Gobierno de Castilla-La Mancha nos lo oferta, sabe perfectamente que desde el Estado se va a reclamar para que sea la jornada laboral igual en todas partes. El Estado no tiene en cuenta que fue la única región en la que se nos quitó otro 3%, pero sí que el horario en Aragón o Andalucía es de unas determinadas horas (37,5) y quieren que sean las mismas. Es algo que a ellos no les importa darnos, pero luego puede venir el Gobierno central (PP) y quitarnos esa jornada, lo que le viene muy bien aquí (al PSOE) para criticarlo. El empleado público no es tonto y no nos la van a dar con queso. Lo que no puede ser es, como decía antes, es que ahora nos quieran devolver un 1% del sueldo este año, otro el 1% el año siguiente y el otro 1% el siguiente. Lo que decían entonces es que íbamos a recuperar derechos y nosotros pedimos que se nos reponga el 3% que se nos quitó de golpe.

¿Qué opina de la progresiva reducción de la financiación a los colegios concertados?

En principio parece que afectaría únicamente a los comedores escolares, pero a la concertada acuden familias adineradas, pero también humildes y lo que se puede hacer es un daño a esas familias humildes porque no pueda comer su hijo en esos colegios.

¿Cuáles son los principales problemas del sistema sanitario?

Tengo que decir que tenemos la suerte de tener un sistema muy avanzado y todos tenemos que estar muy orgulloso. No obstante, creo que de lo que más adolece es de personal. Vivo directamente lo que pasa en el Hospital General y las urgencias están masificadas, algunas veces cierran plantas, hay enfermos que se pasan dos y tres días en Urgencias y es lamentable. Y el problema es la falta de personal. A los compañeros que están trabajando es para ponerles una medalla, pero el problema de la calidad es que, cuando se trabaja a tope se puede cometer más fácilmente un fallo, y estamos trabajando con personas. No obstante, las instalaciones son mejor cada día, parece ser que el año que viene se va a inaugurar el hospital de Toledo, se ha avanzado gracias al nuevo hospital de Ciudad Real, pero el problema es que falta mucho personal.

¿Cómo quiere romper el ‘bipartidismo’ de CCOO y UGT en las empresas privadas?

Lo primero que tenemos que hacer es creérnoslo nosotros mismos. Es una estrategia a nivel nacional. Somos los primeros en función pública en Castilla-La Mancha y en muchas comunidades de España, pero la sociedad ha cambiado e, igual que antes existía el bipartidismo político y ahora hay más partidos, el mundo sindical es igual... Además, tenemos muchas esperanzas porque a cada proceso que nos hemos presentado en la privada, CSI·F está consiguiendo resultados. Pero, bajo nuestro punto de vista, las cosas son injustas

Por la ley Sindical...

Por ejemplo, en la función pública, la media para que nosotros consigamos un delegado es de más de cien votos. En la privada, con seis trabajadores hay un delegado; con once hay tres y con 50 hay cinco. No es justo que en la privada con un sólo voto se pueda conseguir un delegado y en la pública tengamos de pasar de cien votos para conseguir el mismo delegado.

¿Qué ha planteado CSI·F?

Lo primero que hizo el sindicato fue entregar un escrito en el Congreso y hablar con su presidente. Se le dijo que hay una ley que es injusta porque pertenecemos a la misma sociedad y ellos como partidos políticos son representativos cuando consiguen un 3% y nosotros para ser un sindicato representativo necesitamos un 10%.