Ambición, fuerza y clase fueron las armas para la exhibición del francés Julian Alaphilippe (Quick Step), ganador en solitario de la décima etapa del Tour de Francia disputada ayer entre Annecy y Le Grand-Bornand, de 158,5 kilómetros, la primera cita de los Alpes de la que salió reforzado el líder belga Greg Van Avermaet (BMC). El corredor galo, de 26 años, que batió a Alejandro Valverde en la Flecha Valona, estrenó su palmarés en la ronda a lo grande: se metió en la fuga buena, atacó en el penúltimo puerto y vivió la fiesta a placer. Eufórico, marcó en meta un tiempo de 4,25,27.
El de Saint Amand Montrond, nuevo líder de la montaña, firmó la victoria número 50 de la temporada con una ventaja de 1,34 sobre el español Jon Izagirre (Bahrain) y de 1,40 respecto al estonio Rein Taaramae (Direct Energie). Detrás llegaba Van Avermaet, bravo en la defensa del liderato.