Golondrinas sin alas

Raquel Santamarta
-

Una golondrina, posada sobre un cable. / - Foto: LT

Las oscuras golondrinas, que recitaría Bécquer, no volverán. Al menos no en el mismo número de ejemplares que años atrás. La Sociedad Española de Ornitología   - SEO/BirdLife-, que las ha elegido 'Ave del año 2014',  asegura que el uso indiscriminado de productos químicos y el deterioro del paisaje rural han hecho que su población baje más del 30 por ciento en la última década. «Vemos que la utilización masiva de pesticidas agrícolas está teniendo efectos muy negativos sobre las poblaciones de aves ya que se alimentan de insectos aéreos», asegura José Miguel Aparicio, del grupo de investigación Biodiversidad Genética y Cultural del  Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC), un  centro mixto dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) y la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.

En este sentido, Aparicio señaló la necesidad de ir a la raíz del problema ante la existencia de plagas en el campo en lugar de acudir a  fumigaciones descontroladas que también merman su potencial reproductor. «Hay muchas maneras de hacerlo, pero falta voluntad», lamenta al respecto. De igual modo, señaló la pérdida de hábitat como una de las causas del descenso de golondrinas. «Cada vez se encuentran menos parejas porque las casas donde crían se derrumban para levantar otras nuevas», afirma incidiendo también en que «a la gente no le gustan porque ensucian, pero hay soluciones más allá del derribo de un nido».

La golondrina común podría perder su apellido, pero no sólo esta especie se encuentra bajo amenaza. Los biólogos hablan de una nueva extinción masiva, llamada holocénica, causada especialmente por el impacto que los humanos tienen en el desarrollo del ecosistema. No en vano, el grupo de Biodiversidad Genética y Cultural del IREC analizó ya en el año 2003 la desaparición en  la Mancha Húmeda de familias de cernícalos primillas, la rapaz diurna que más estrechamente convive con el hombre, a consecuencia del uso de un veneno -un pesticida llamado  Malacion- para controlar la langosta.

protección especial. Volviendo a la golondrina, que forma parte del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial,  los estudios del IREC se centran hasta la fecha en la evolución de sus caracteres morfológicos. «Nos ha servido para estar en contacto con varias poblaciones y saber cómo han evolucionado en los últimos seis años», comenta.

Sus movimientos migratorios anuncian la primavera pero, como reza el refranero popular, «una sola golondrina no anuncia el verano».

(Más información en la edición impresa)