La muerte de Mónica, la joven ecuatoriana que se suicidió tras denunciar su familia acoso escolar ha vuelto a situar esa realidad en los titulares. Una situación que afecta psicológicamente a las víctimas y que se agrava en los últimos tiempos debido al uso de las redes sociales. Así lo explicó la presidenta de la asociación española contra el acoso escolar, Encarna García, que explica que en las clases siempre suele haber «un líder» que acosa a algún compañero por padecer enfermedades, pertenecer a grupos sociales diferentes o por envidia;«cualquier motivo es valido para ellos» y añade que, últimamente, el acoso se da más entre chicas que entre chicos.
Esta situación suele comenzar en Primaria con niños de seis a nueve años, y si no se soluciona, que según Encarna «por desgracia se soluciona muy poco», la situación llega a Secundaria, donde primero y segundo de la ESO son «los peores años, porque es donde el acoso se hace más duro y más fuerte». Para evitar estas situaciones, la presidenta de la asociación contra el acoso escolar explica que es muy importante la concienciación de los docentes, que estén atentos al estado anímico de los niños y de sus actuaciones en el patio o en los pasillos «y que no miren para otro lado». García también destaca la importancia de los orientadores que deben hablar a menudo con los chicos, «más con los que estén bajos de ánimo, ya que es su labor y cobran para eso» . García comentó que en muchos lugares, los orientadores de los centros dicen que «no hay acoso permanente» pero para ella «cuando algo hay, se tiene que cortar».

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