Un oro con mucha historia

Eduardo Gómez
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El tomellosero Cipriano Benito disfruta del título conquistado en los 1.500 metros del Mundial Máster celebrado en Málaga.

Cipriano Benito (Tomelloso, 1957) saborea el título de campeón M60 en la prueba de 1.500 metros conquistado en el Mundial Máster celebrado en Málaga.

Este tomellosero, gran aficionado al atletismo ya desde su niñez, levantó los brazos triunfador en la prueba reina del medio fondo con un tiempo de 4:51.70, 27 centésimas más rápido que el segundo, el italiano Alfredo Bonetti. 

«Fue una carrera muy táctica y todo se decidió en la última vuelta. Creo que gestioné bien esos últimos metros y pude ganar», recuerda aún emocionado.

En los días previos había sido sexto en su prueba estrella, los 800 metros, batiendo el récord de España de la categoría, lo que de alguna manera vaticinaba que algo grande iba a ocurrir en los 1.500. «Si te soy sincero no imaginaba que podía ganar, pero presentía que podía hacer algo importante. Es un triunfo que de alguna manera premia el trabajo y el entrenamiento de tanto tiempo», resume.

Desde que conquistó esta medalla de oro no ha parado de recibir felicitaciones, hasta el punto de que admite sentirse «un poco desbordado. Me han llamado familiares, amigos, mucha gente de Tomelloso... No tengo calificativos para describir lo que estoy viviendo estos días, se me están pasando muchas cosas por la cabeza», señala.

Ya desde pequeño, en el colegio, comenzó a practicar y a destacar en el atletismo, llegando a participar en numerosas pruebas de categorías inferiores y escolares, recordando con orgullo «haber podido correr en pistas de ceniza, que ya no existen».

Sin embargo, con el paso de los años fue dejando las carreras por el fútbol, «siempre a un nivel muy aficionado», matiza, hasta que a los 30 años, y por motivos laborales, pues regenta un establecimiento de bollería y repostería, decidió retirarse «porque no me podía permitir que una lesión no me dejase trabajar».

Poco a poco retomó la práctica del atletismo «y sin proponérmelo y ‘autoentrenándome’ fui haciendo muy buenas marcas. Desde entonces ha sido un no parar», recuerda.

Con 40 años recién cumplidos, en el año 1997, en su primer Campeonato de España de Veteranos, ya subió al podio y en 2003 logró otro de sus grandes éxitos, subcampeón de Europa de veteranos en pista cubierta en la prueba de 800 metros en San Sebastián.

«En 2005 me sentí saturado y corté de raíz», explica, hasta que hace dos años conoció la noticia de que Málaga era la sede elegida para el Mundial Máster de 2018. «Me volví a animar» y en julio de este año ya logró ser subcampeón de España en 800 y 1.500, «y eso que no estaba en forma», añade el tomellosero.

Dos meses más tarde puede presumir con orgullo de ser campeón del mundo y ahora quiere «descansar porque mi cuerpo lo necesita. Participaré en alguna carrera popular, pero he trabajado muy duro en los últimos seis meses, planificándome yo los entrenamientos y ahora toca parar un poco», explica Benito, todo un ejemplo de superación y de que con constancia y sacrificio todo es posible.