Castilla-La Mancha será la primera Comunidad Autónoma en ampliar hasta los dos kilómetros la distancia para la instalación de las granjas de producción de los núcleos urbanos a través de un decreto que verá la luz en septiembre de este año. Así lo indicaba la Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural en un comunicado emitido ayer.
El consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, explicó que desde el Gobierno regional se está cambiando la normativa duplicando así la distancia que hasta el momento regula el Real Decreto estatal 324/2000, que marca en un kilómetro la separación de estas explotaciones respecto a la población.
En el nuevo decreto se estableceran las normas para la ordenación y registro de explotaciones ganaderas y núcleos zoológicos en Castilla-La Mancha y, entre sus novedades, se encuentra que las explotaciones de porcino de más de 33 UGM de nueva instalación o ampliaciones de las ya existentes, además de lo requerido en la normativa básica estatal, no podrán situarse a una distancia inferior a 2.000 metros de suelo urbano residencial.
Arroyo comentó que esta nueva normativa regional es «una declaración de intenciones, un compromiso del Gobierno de Castilla-La Mancha con los intereses que manifiestan los ciudadanos y con el medio ambiente, porque aquí también hablamos de medio ambiente».
El consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural ha recalcado que en la región se apuesta por un modelo de ganadería extensiva. Aunque añadió que «No quiero que parezca que nos oponemos a la ganadería intensiva, que también es necesaria», y que «Castilla-La Mancha es probablemente la Comunidad Autónoma española donde menos ganadería de intensivo de porcino hay».