Un brindis sin por Navidad

Hilario L. Muñoz
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Integrantes del grupo de Alcohólicos Anónimos de Ciudad Real recuerdan que siempre existe la posibilidad de afrontar las fiestas navideñas sin el consumo alcohol y los peligros que encierran los atracones y que pueden ocurrir durante estas fechas

Un brindis sin por Navidad - Foto: RUEDA VILLAVERDE

El otro día salía de una cena y vi a una persona que iba descamisada, sin importarle el frío, algo bebido y pensé: así era yo». Quien habla es Carlos (nombre ficticio) e integrante del grupo de Alcohólicos Anónimos del Larache en la capital. Él es una de las personas que con la llegada de la Navidad hace un llamamiento a los ciudadrealeños para que no olviden que el alcohol tiene dos caras: la de la fiesta y la que destroza personas, pero a veces resulta difícil separar una de la otra. «Parece que si no tomas una copa no eres nadie cuando llegan estas fechas», indica Luis, también nombre inventado, sentado a su lado en esta conversación con La Tribuna.

«No tenemos vetado juntarnos con gente que bebe y, de hecho, hay que acostumbrarse a ello», señala Carlos, para apuntar que «hay que perderle el miedo» y por no juntarse con la gente uno «no se tiene que aislar del mundo». Todos ellos saben que por «estas fechas corre el alcohol», del mismo modo en que conocen métodos para evitar su consumo entre los que se encuentra el uso de «escudos», como les llaman, personas con las que acuden a cenas de amigos o excusas pensadas de antemano que emplean cuando una persona durante una fiesta se pone más pesada de lo que debe e incita a tomar una copa o a brindar con algo que lleve alcohol. Para ellos, que deben llevar una vida ‘sin’, se trata de momentos difíciles ante los que recuerdan que también puede haber un brindis ‘sin’ y una celebración sin que haya necesidad de tomar una copa. «Ellos se lo pueden permitir, yo no, porque soy un enfermo alcohólico y si lo pruebo volveré a mi última borrachera y a sus consecuencias». «Yo estoy acostumbrado a estar en fiestas y de hecho he estado en alguna importante, como la boda de mi hija. Fui el padrino y primero tomé una 0,0, luego Coca-Cola para terminar con una tónica en la barra libre, no hace falta ni decir que no bebo», señala Luis, como ejemplo de las otras opciones que hay en cualquier evento.

Respecto a la gente que bebe, los integrantes del grupo de Alcohólico Anónimos apuntan que se sienten «reflejados en ellos» pero siempre que se vean «verdaderos problemas». A veces piensan en que «van por el mismo camino» que fueron ellos, pero otras veces «les sirve de lección» para ver cuál podría ser su futuro. En este sentido recuerdan que quien tiene un problema con el alcohol en estas fechas puede haber momentos en que se acentúe más esa problemática. Desde la organización señalan que, por este motivo, deben estar atentos ante lo que pueda venir, ya que la cultura del atracón de alcohol durante el fin de semana, el botellón y la borrachera, puede conducir a que estos grupos de Alcohólicos Anónimos y que tienen unas 25 personas se multiplique en un tiempo próximo. «Ellos beben un fin de semana y les sirve para toda la semana», señalan, pero recuérdese alcohol va unido a otras drogas.