El Alarcos está en play off

Manuel Espadas
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El equipo de Javier Márquez supera con justicia pero con ciertos apuros al Cisne de Pontevedra y se coloca en la sexta posición de la tabla en solitario

Ya no es una quimera, ni un sueño de locos, ni una fanfarronada de nadie. El Alarcos, después de 19 partidos disputados, está en puestos de play off de ascenso a la Liga Asobal, en solitario y por méritos propios. Puede ser difícil de creer, pero es la pura realidad; son números. Los de Javi Márquez, después de su justa victoria de ayer ante el Cisne de Pontevedra (29-27) y del empate del Juanfersa Gijón en Antequera, son sextos en la tabla con 21 puntos, y en solitario. A partir de ahora podrá ocurrir cualquier cosa, para lo bueno o para lo bueno, pero como reza el castizo refrán, que le quiten lo ‘bailao’: un recién ascendido que se ha colocado a las puertas de Asobal. ¿Yla permanencia? Nadie hablará de eso ya.

El de ayer era el segundo partido consecutivo en casa ante un rival ‘asequible’, y se conseguía la segunda victoria, relativamente cómoda. Como sucedía siete días atrás ante los asturianos del Covadonga, el Alarcos despachó al Cisne sin mayores problemas, sumando dos puntos más en su ilusionante carrera hacia el play off de ascenso. Una victoria clara y justa, pero apurada al final, que ratifica esa sensación de fiabilidad que el equipo de Javi Márquez está dando en esta segunda vuelta, excepción hecha con el segundo tiempo de Alcobendas.

Si dar la espalda a la humildad propia de un recién ascendido, este Alarcos empieza a exhalar aires de equipo ‘grande’, compensado, con pocas fisuras y acostumbrado a competir... y a sufrir. Ayer, en el Quijote Arena, se midió con otro novato en Plata, y demostró que su potencial está muy por encima de los conjuntos que están en plena lucha encarnizada por evitar el descenso, y eso sin hacer un partido redondo, ni mucho menos. Ya a nadie le queda la menor duda de que este Alarcos está a otras cosas, olvidándose de lo que viene por abajo y centrando sus miradas y sus ilusiones en esa última plaza de promoción que queda por asignar.

Ahora llega una fase del calendario muy dura, con dos duelos de máxima exigencia ante Valladolid y Zamora en los que puntuar va a resultar poco probable, pero al Alarcos ya nadie le puede quitar los seis puntos que ha sumado en los últimos tres partidos disputados en Ciudad Real, en una racha que le ha incrustado en esa deseada sexta plaza, ahora mismo entre los elegidos para jugar esa fase de ascenso.

el partido. El pulso ante los pontevedreses parecía que quedaba resuelto al descanso, cuando el marcador reflejaba una máxima renta de seis goles (17-11). Fue una primera media hora con muy buenas sensaciones para los manchegos, que además presentaban en la convocatoria al meta Mario Blanco, que regresaba antes de lo esperado por los problemas físicos de Javi de la Cruz y los deberes laborales de Ioan Lungu. Con su espalda ya casi en condiciones, Mario salió a intentar detener penaltis, sin suerte pero encantado de volver a sentirse parte del equipo.

Tardó el Alarcos en someter al Cisne, que incluso se permitió el lujo de ir por delante en el marcador mediada la primera parte (6-8). El cuadro gallego, aunque modesto, sí sabía utilizar sus armas, con un pivote de envergadura como Iago Cuadrado, o el potente brazo del zurdo Carlos Pombo. Sin embargo, poco a poco el 5-1 defensivo fue entrando en calor y, de la mano del meta Villamarín, Nelson Espino y Brian Negrete, el equipo pisó el acelerador hasta poner a su rival contra las cuerdas en el intermedio.

   

reacción visitante. En la segunda parte el Cisne ofreció una versión mucho más competitiva, haciendo daño en los seis metros con un pivote diferente, pequeño pero con mucha movilidad, como Pepe Camiña, además de la efectividad de Guillermo Rial desde la línea de siete metros.

Con su primera unidad en el banquillo, el Alarcos se tomó un respiro en esta segunda mitad, contemporizando y jugando con un ojo en la pista y otro puesto en un marcador que seguía sin ser peligroso (26-21, min. 48). Pero como suele pasar en estos casos, el Cisne, que parecía derrotado, fue recuperando el aliento y creyendo en sus posibilidades. Los de Edin Covelo fueron limando diferencias, para meterse el partido hasta el punto de ponerse a un tanto a falta de 23 segundos para el final (28-27). Tras un tiempo muerto de Javi Márquez, el balón llegaba a Fran Vidal, quien sorteaba la presión en toda la pista de los gallegos para plantarse delante del portero y anotar el tanto definitivo, provocando el júbilo en la grada. Victoria, dos puntos y play off. Y que nos quiten los ‘bailao’.