Es tan apasionada sobre el escenario como comedida al hablar.  Se llama Rafaela Carrasco y lleva unos años revolucionando el mundo del flamenco, apostando por un duende con mucha carga escénica. Esa realidad fue la que la convirtió en directora del Ballet de Andalucía entre 2013 y 2016 . Ella y su cuadro de baile, llegan al FestivalInternacional de Teatro Clásico de Almagro este jueves para presentar su espectáculo Nacida Sombra. Un homenaje a la mujer a través cuatro féminas que consiguieron despuntar en el Siglo de Oro, Santa Teresa, María Zayas, sor Juana Inés y La Calderona, a las que se refiere desde el principio al final de esta entrevista como «ellas», pero en mayúsculas y desde el más absoluto respeto.  

¿Cómo surgió este proyecto?
Por una necesidad. Acababa de terminar como directora del Ballet de Andalucía y al volver a mi compañía necesitaba crear algo que tuviera que ver con mujeres. Entonces conocí a Álvaro Tato y él me dio la idea de acercarme a ‘Ellas’, cuatro mujeres muy intensas y vivas para su tiempo. Empezamos a investiga y el resultado fue Nacida Sombra (verso de Sor Juana Inés).  

¿Cree que ha cambiado mucho el mundo y su forma de entender a la mujer en estos cuatro siglos?
Depende del sitio. Por desgracia sigue habiendo lugares que  no han evolucionado, aunque tal vez vivan con otro tipo de restricciones. Y  digo esto, teniendo en cuenta que nosotros debemos de ser de las más afortunadas por el lugar en el que hemos nacido, porque en el mundo sigue habiendo gente que vive con las limitaciones que sufrieron ellas como mujeres e incluso peor, sólo hay que irse a los países islámicos. 

¿Su pasión por el flamenco le ha obligado a prescindir de cosas en su día a día?
El flamenco es parte de mi vida, no puedo separarlo de mí cuando bajo del escenario, como si trabajara en una oficina.  El flamenco va conmigo. Y sí, es posible que haya tenido que sacrificar otras cosas, tal vez esta carrera no me ha permitido por ejemplo dedicarle tanto tiempo a mi hijo como hubiera querido, pero igual que mi hijo no me ha permitido dedicar al flamenco tanto tiempo como hubiera querido. El flamenco al final se cuela en tu vida, forma parte de ti.