La dulce resaca de un VOX que se deja querer

SPC
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La formación de Santiago Abascal sigue celebrando su irrupción en el Parlamento y se ofrece a formar parte de una mayoría alternativa «a la corrupción socialista y al comunismo chavista»

La dulce resaca de un VOX que se deja querer - Foto: PEPO HERRERA

Con los rostros aún cansados por la larga jornada electoral del domingo, pero con la alegría en cada miembro de la candidatura, VOX siguió ayer celebrando su éxito en los comicios andaluces. Una cita a la que el partido llegó sin convencimiento -algunos dirigentes pidieron no presentarse por temor a diluir el efecto Vistalegre-, pero que acabó por consagrarle como la última gran irrupción del panorama político nacional gracias a sus 12 escaños en el Parlamento regional. De hecho, la formación liderada por Santiago Abascal se sabe llave de San Telmo, pues el bloque de la derecha necesita a sus diputados para garantizarse la mayoría absoluta, y, por eso, se deja querer por PP y Ciudadanos. 

«VOX nunca será obstáculo para formar parte de una mayoría alternativa en Andalucía a la corrupción socialista y al comunismo chavista que estaba dirigiendo la política autonómica en estos momentos», señaló Abascal, antes de insistir en que «el único pacto» que tienen es con los 400.000 andaluces que les han votado y, por tanto, es a los que deben «lealtad». 

 En este sentido, de cara a posibles alianzas post-electorales, el presidente del partido pidió esperar a la celebración mañana de una reunión del Comité Ejecutivo nacional en el que se decidirá la hoja de ruta a seguir, aunque dejó claro que no les corresponde a ellos tomar la iniciativa. 

Cuestionado sobre qué condiciones pondría VOX al candidato del PP-A, Juanma, Moreno para apoyar su investidura como presidente de la Junta, Abascal subrayó que su grupo tiene un programa electoral con el que se han presentado a los comicios y que eso es lo que van a poner sobre la mesa. «No hemos venido a hacer presidente a nadie, sino a defender ideas y apoyar un programa», indicó. 

Por otro lado, destacó que los 400.000 andaluces que se han sentido representados por VOX han dicho con su voto que «el estado de las autonomías ha fracasado, que hay que recuperar competencias desde el Estado en Sanidad o Educación, que ya están cansados de impuestos confiscatorios para mantener chiringuitos, que hay que derogar leyes ideológicas en los Parlamentos regionales como la Ley de Violencia de Género o la de la Memoria Histórica, y que hay que erradicar la inmigración ilegal que es un problema para la prosperidad». 

 En la misma línea, el cabeza de lista de las elecciones autonómicas, Francisco Serrano, que definió a VOX como «el partido verdadero del cambio» y también el de «los indignados», aseguró, en referencia a las posibles alianzas, que su formación tiene como objetivo «contribuir a acabar con el régimen de corrupción y clientelismo que durante 36 años han impuesto los socialistas en Andalucía».