Una oleada de robots invadió ayer el aula magna de la Biblioteca General de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM). Algunos de ellos como los RoboBuilder (luchadores de sumo) y los Lego (humanoides) libraron un combate cuerpo a cuerpo para tratar de permanecer en el dohyô o campo de lucha. Por su parte, los rastreadores pusieron a prueba su capacidad para seguir la línea trazada en negro sobre un circuito no exento de obstáculos. «La mayoría de prototipos usa un control de encendido y apagado, pero yo le he añadido más sensores para hacer un pronóstico de la posición», explicó momentos antes de participar Valentín Cañas, ganador de la pasado edición y uno de los 30 alumnos del Curso de Robótica Móvil con Arduino, una plataforma de hardware libre de coste reducido que permite programar de manera autónoma e intuitiva.
Tras unas clases introductorias, la IV Competición de Robótica reunió a un centenar de estudiantes de Educación Secundaria Obligatoria (ESO), así como de FP, y a 17 profesores de Tecnología de hasta diez institutos interesados en la robótica, la electrónica y la programación. Así, desde la enseñanza empírica, el aprendizaje por la experiencia, el director de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales, Jesús López Fidalgo, incidió en la necesidad de despertar vocaciones en la lucha contra el fracaso escolar. «Este tipo de actividades les hacen ver lo que podrían estudiar en un futuro», indicó López Fidalgo, señalando la pretensión de atraer a los mejores estudiantes al Grado en Ingeniería Electrónica Industrial y Automática.
Con la misma filosofía, según señaló, la Universidad de Castilla-La Mancha participará por primera vez este verano en los campus científicos del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (MECD). «Recibiremos siete alumnos cada semana de julio», precisó López Fidalgo. Preuniversitarios a los que se tendrá la oportunidad de 'pillar' con las manos en la ciencia y el apetito investigador abierto.
Competición de Robots Humanoides - Foto: /Fotos Rueda Villaverde
un proyecto del FECYT. Hasta ocho robots humanoides, adquiridos gracias a la financiación de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (Fecyt), se dieron cita en un cuadrilátero con forma de círculo en el que el IES Campo de Calatrava de Miguelturra se llevó el gato al agua. Por su parte, el IES Santa María de Alarcos venció en la categoría de luchadores de sumo con su fortachón RoboBuilder tras un arduo duelo con el IES Juan de Ávila. En el apartado de rastreadores, el premio fue a parar a manos de Álvaro Fernández,, que llegó a superar las seis marcas del circuito en un tiempo récord: 78 segundos. (Más información en la edición impresa)