Los cinco bancos de alimentos de Castilla-La Mancha asociados a la Federación Española de Bancos de Alimentos, Fesbal, mantuvieron esta semana un encuentro en Ciudad Real para estudiar la constitución de una federación regional de bancos de alimentos que tendría el objetivo de centralizar los esfuerzos para obtener comida no perecedera y de realizar un reparto más eficiente de las donaciones.

Con la presencia del tesorero de Fesbal, Goyo Pérez Calvo, los presidentes de los bancos de alimentos de Toledo, Ciudad Real, Albacete y Cuenca, y con la representación del de Guadalajara, debatieron la posibilidad de poner en marcha una iniciativa que serviría para aunar fuerzas en la recogida y el reparto de alimentos.

Así, se planteó la posibilidad de centralizar algunas donaciones en la sede matriz de la futura federación y, a partir de ahí, distribuirlas a los asociados para que éstos las entreguen a las entidades sociales. Todo ello, para buscar una mejora de la situación de los más necesitados en la región, objetivo principal de los bancos de alimentos como asociaciones sin ánimo de lucro.

A través de esta reunión, los cinco bancos regionales pusieron la primera piedra de lo que se convertirá en la Federación de Bancos de Alimentos de Castilla-La Mancha. Del encuentro, sus participantes destacaron la predisposición de los representantes de los futuros asociados de la federación tanto para constituir la misma como para incrementar el volumen de alimentos repartidos entre los más necesitados.

En el caso del banco de Ciudad Real, entre los meses de enero y agosto recogió 354.840 kilos de comida, más de lo que llegó a repartir en los años 2006, 2007, 2008 y 2009. Esta cifra refleja bien el sentir solidario de los habitantes de la provincia, pero está aún lejos de la previsión realizada por el presidente de esta asociación sin ánimo de lucro, Segundo Alcázar, que espera cerrar 2014 «superando la barrera del millón de kilos», según indicó recientemente a La Tribuna. El pasado ejercicio ya finalizó con una cifra récord. El Banco de Alimentos recibió más de 714.000 kilos de alimentos no perecederos, un 22% más que en 2012, en el que se contabilizaron 584.071. Una cantidad que ha ido aumentando paulatinamente desde que en 2007 se recogieran 182.529 kilos de comida.