La producción de azafrán amparado por la Denominación de Origen Protegida (DOP) Azafrán de La Mancha se ha incrementado en la última campaña un 35 por ciento al alcanzar los 754 kilos, frente a los 556 de 2014 recolectados en Castilla-La Mancha. Así se desprende de los resultados obtenidos en el proceso de calificación del azafrán con DOP de 2015 que culminó a últimos del pasado mes de noviembre y que reflejan que el objetivo del consejo regulador de superar los 700 kilos se ha cumplido.
Con los datos encima de la mesa, el presidente de la Denominación de Origen Protegida, Leandro Sanz, achaca el incremento de producción a las buenas condiciones climatológicas que se han dado para este cultivo en algunas zonas como en la provincia de Albacete, donde las «lluvias han propiciado una buena campaña». Pero también, explica Sanz, a que cada vez son más los agricultores que se deciden por cultivar este producto. Así por ejemplo, en la provincia de Ciudad Real se ha pasado de contar con 19 productores y 48 explotaciones en la campaña de 2014 a disponer de 26 productores y 67 parcelas. Datos que llevan a la satisfacción dentro del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Azafrán de La Mancha ya que al mismo tiempo se traducen en mayor número de socios. En la actualidad, Castilla-La Mancha dispone de 267 agricultores de azafrán encabezando la lista Albacete con 126, seguida de Toledo (101), Ciudad Real (26) y Cuenca con 14. En total, a nivel regional, el número de explotaciones ha sido, a finales de la pasada campaña, de 631.
Pero a pesar de que la campaña se ha cerrado con un ligero incremento en la producción del azafrán, el objetivo de la DOP es alcanzar en las próximas cosechas los mil kilos. Una cifra que «de no significar nada en otros cultivos, en el caso del azafrán es mucho, ya que en toda España se suelen recolectar unos 1.500 kilos», explica Sanz. Para ello, desde la Denominación de Origen se trabajará para poner en marcha diferentes proyectos encabezados a la promoción y divulgación de un producto por el que se ha llegado a pagar hasta 3.000 euros el kilogramo, por lo que no es de extrañar que se le reconozca por el nombre del 'oro de La Mancha'. Con esta meta por delante, «se seguirá luchando para que los envasadores aprovechen el nombre de La Mancha y ganen la batalla al azafrán que se comercializa bajo estas premisas de calidad pero cuyo origen es iraní». Una guerra que vienen combatiendo desde tiempo atrás y que el Consejo Regulador de Azafrán denuncia constantemente en medios de comunicación, administraciones y asociaciones de consumidores. «La normativa europea de 2014 obliga a poner el origen del producto en el envase, pero aún así eso no es suficiente. Es verdad que todas las marcas de calidad se imitan, pero en pequeñas proporciones no como el azafrán, que la mayoría que se comercializa es falso», argumenta Sanz.
La Denominación Azafrán de La Mancha ampara la producción de esta especie de las comarcas manchegas pertenecientes a las provincias de Toledo, Cuenca, Ciudad Real y Albacete con una superficie global de 99,75 hectáreas. Albacete es la provincia que más superficie destina al cultivo del azafrán, con 57,81 hectáreas; seguida de Toledo, con 21,65; Cuenca, con 15,19; y Ciudad Real, con 5 hectáreas en 2015, casi el doble de superficie que en 2014. El azafrán se cultiva en las provincias de Albacete, Toledo y Ciudad Real, en esta última se puede encontrar principalmente en las localidades de Manzanares, Membrilla y La Solana. Y es que, la región con más producción de azafrán es Castilla-La Mancha (en torno al 95%) seguida de Aragón. Mientras, el primer productor mundial de azafrán es Irán, país donde se concentra el 90% de todo el que se comercializa.