El reventón de una tubería en plena calzada, a la altura del número 8 de la calle Vía Crucis, inundó varios locales y garajes de la céntrica vía y anegó tres calles más. Alrededor de las 17.15 horas, los propietarios de los negocios próximos a la rotura empezaron a escuchar agua correr que confundieron con lluvia. «Diez minutos después he llamado a los bomberos porque no podíamos retener el agua entrando», explica Adrián Cámara, copropietario de una consultoría justo enfrente de la gran rotura del asfalto que provocó la presión del líquido.

El agua, que estuvo saliendo según los vecinos durante más de tres cuartos de hora, giró por la calle Paz y llegó a inundarla hasta la altura de las aceras; para continuar por la calle Rosa, donde la propietaria de una peluquería se quejaba de que la Policía no hubiera cortado el tráfico. «Me está entrando agua de la que expulsan los coches al pasar», decía desde la puerta. En su periplo por el centro de la capital, el raudal de líquido prosiguió por la calle Caballeros hasta el antiguo casino.

Agentes de la Policía Local procedieron a abrir los imbornales de estos viales para descongestionar, mientras dos operarios de Aquagest lograban cortar el paso de la tubería general a las 18.50 horas aproximadamente, así como el suministro de los edificios de esa parte de la ciudad. Momento en el que apareció el camión de bomberos para ayudar en el achique de garajes.

Los vecinos más afectados: una peluquería en el lado par de la calle, en cuya entrada la fuerza del agua levantó varias baldosas; y enfrente una tienda de electrónica, otra peluquería y una asesoría, además del portal número 11, cuyo acceso quedó inundado, así como su garaje.