La Alta Velocidad Española (AVE) ha soplado este año las velas de su 25 aniversario, una celebración que está unida desde su nacimiento a la provincia de Ciudad Real, que fue el primer punto de parada en la inauguración de este servicio el 21 de abril de 1992. Entonces se estrenó el innovador modelo S-100, el ferrocarril capaz de alcanzar los 300 kilómetros por hora y que ha servido de 'cordón umbilical' entre Madrid y Sevilla, con Ciudad Real, Puertollano y Córdoba como nexos de unión. La conmemoración de aquella fecha, que ya ocupa un lugar privilegiado en la historia del transporte en España, debe servir para «repensar» el modelo de conexión que permite este tren, su incidencia en las ciudades a las que llega y las fórmulas idóneas para que la alta velocidad sirva de revulsivo para los territorios. Esta reflexión, esta mirada de frente al AVE para plantear propuestas a futuro fue una de las principales conclusiones de la mesa de debate organizada por La Tribuna de Ciudad Real