La selección española despidió ayer el 2018 con un mínimo triunfo ante Bosnia Herzegovina en el Estadio de Gran Canaria (1-0), gracias a un gol de Brais Méndez, uno de los tres debutantes de La Roja.
Una buena jugada entre Fornals y Gayà acabó con un disparo de Isco que rechazó el guardameta balcánico, y el futbolista del Celta aprovechó para resolver un amistoso anodino.
El combinado nacional afrontó el choque con muchas novedades, pocas horas después de conocer la victoria de Inglaterra ante Croacia (2-1), en la Liga de las Naciones, que le impedía acceder a la fase final.
Luis Enrique, como había adelantado el día anterior, dio oportunidad a muchos jugadores con escasa experiencia. La defensa fue la línea más retocada. Con la baja de Ramos, el asturiano situó a Diego Llorente como pareja de Mario Hermoso, flanqueados ambos por Jonny y Gayà en los laterales.