El terremoto electoral registrado en Andalucía este fin de semana traspasó ayer Despeñaperros para convertirse en protagonista del día después en la actualidad política de Ciudad Real, donde la euforia de VOX se mezcló con la «obligación de reflexionar» en el PSOE o la «satisfacción» ante un cambio que asoma cuatro décadas después entre los populares y los representantes de Ciudadanos.
VOX se convirtió en el triunfador de la noche electoral pese a ser el partido con menos votos y menos escaños. Su salto, de cero a 12 diputados y de 18.000 votos a más de 400.000, convierte a la formación de Santiago Abascal en la protagonista de una jornada «en la que se ha hecho historia», apuntó el responsable provincial de VOX, Casimiro Molina, que aventura que «la reconquista va a seguir» en las próximas convocatorias electorales «con un votante defraudado». Molina también rechazó la etiqueta de partido anticonstitucional, «no somos el lobo ni estamos en contra de la Constitución, están intentando asustar, nosotros estamos con la democracia pura», repitió el líder de VOX en la provincia, que considera que lo ocurrido este domingo en Andalucía «es la antesala de lo que va a pasar en las elecciones municipales, regionales y posiblemente nacionales» de 2019.
En el partido que sumó más votos, el PSOE, la clave en Ciudad Real ayer era la de la reflexión, especialmente ante la histórica abstención registrada, la más alta en tres décadas. El secretario de organización socialista, José Manuel Bolaños, marcaba distancias entre la realidad castellano-manchega y la andaluza, «con condicionantes propios y circunstancias electorales concretas que no se dan en nuestra región y de las que se han aprovechado partidos como VOX», aseguraba el número tres del PSOE ciudadrealeño, que invitaba «a las derechas de este país a analizar lo que significaría introducir en un gobierno y aceptar el voto para una investidura de una formación como VOX», que responde, a su juicio, «a la línea más radical que se registra en Europa».
Para el presidente del PP de Ciudad Real, Francisco Cañizares, los andaluces han reclamado en las urnas «el cambio político» tras 40 años de socialismo y «el único que puede liderar ese cambio en Andalucía es el PP», por lo que señaló la «obligación del resto de partidos de confirmar esa exigencia de que se produzca un cambio». Confía en que haya «altura de mirar» para alcanzar un acuerdo y cree que Andalucía ofrece algunas de las claves que se van a ver en otras elecciones: un Podemos en «franca caída»; un PSOE que aún no ha «tocado suelo»; un PP que, «aún cayendo sigue siendo el partido de la alternativa de gobierno» y a otros partidos con presencia institucional.
La portavoz de Cs en Castilla-La Mancha, Orlena de Miguel, habló también del «cambio» constatado en las urnas y del aumento en número de diputados de la formación naranja. «El crecimiento que ha tenido Cs indica que es el camino por el que quieren seguir los andaluces, que es desde el centro desde donde se va a poder sacar a Andalucía de donde ha estado sumida en los últimos años». Del mismo modo, habló de la caída en representatividad de PSOE y PP y recordó que su partido ha buscado siempre los acuerdos para dar estabilidad y conformar gobiernos, una «lealtad» que ahora espera recibir Cs por parte de PP y PSOE.
Por último, el secretario general de Podemos en Ciudad Real, Mario Herrera, abogó por configurar un bloque de mayoría social y porque Podemos esté dentro de las instituciones frente a la «irresponsabilidad de PP y Cs de mantener a partidos prácticamente anticonstitucionales», en referencia a VOX.