El géiser aparecido en las instalaciones de una fábrica de muebles cerca de la carretera que une Almagro y Bolaños de Calatrava no es el primero que se ve en la zona en los últimos años, sin embargo la historia se repite y decenas de personas ya se han acercado hasta el lugar para observar con sus propios ojos este fenómeno de la naturaleza que arroja agua y dióxido de carbono desde el pasado sábado.
Tanta es la expectación que incluso los propietarios de la empresa han pedido a la Guardia Civil que regule la situación, ya que aunque el sitio donde se ubica el nuevo hervidero está vallado por tratarse de un propiedad privada, muchos curiosos dejan sus coches en la carretera y atraviesan andando una tierra plantada de cereal que separa la zona del géiser de esta vía de comunicación o por un camino de tierra cercano. «Y eso supone un peligro, porque hay pozos en la zona y los niños se meten con la bicicletas y todo», comentó Florencio Bautista, uno de los encargados de la fábrica. Sin embargo, los agentes ya han comunicado que no pueden actuar en estos casos ni impedir que la gente se acerque a admirar este torrente de agua que se puede apreciar desde la misma carretera. Además, también se encuentran con el problema de los curiosos que se «cuelan» en las instalaciones para poder ver el hervidero más de cerca.

(más información en la edición impresa)