Recuperar la sonrisa después de superar un grave problema médico no tiene precio. Así se siente  el jugador del CD Ciudad Real Juanpe, que ayer volvió a dirigir los entrenamientos de su grupo de  chavales de la Escuela de Fútbol  Base tras más de un mes y medio totalmente ausente. La causa, un inoportuno e inesperado neumotórax que sufrió el pasado 10 de septiembre que le ha impedido poder disfrutar de lo que más le gusta: el fútbol.

Al menos, ayer se reencontró con sus jóvenes jugadores, los cuales le recibieron con los brazos abiertos, y Juanpe pudo sentir en primera persona el cariño que todos ellos le tienen. Comenzaba de esta forma el final del calvario que  está padeciendo el central del Deportivo. «Tenía muchas ganas de volver, empiezo con los niños y poco a poco espero volver a la normalidad. Así ya se pasa el tiempo más rápido», explica el jugador, para quien el tiempo parece haberse detenido durante estos casi dos meses: «He tenido muy mala suerte porque es una enfermedad que dura cinco o seis días y se cura solo, pero yo estuve quince días y tuve que irme a Albacete a operarme, y al fin y al cabo es lo mejor, porque evitas que se reproduzca, pero ya tienes que estar dos meses parado».

Todavía padece los síntomas de una recuperación que llegará el próximo 5 de noviembre, cuando oficialmente regrese a los entrenamientos con el CD Ciudad Real. En ese instante su sonrisa será completa, porque como él mismo reconoce «lo peor es estar en un hospital 21 días, y que lleguen  los domingos y tus amigos estén jugando, y fuera del terreno deportivo no poder salir y hacer cosas como el resto de la gente».

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