Educación y menores adictos al móvil

SPC
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Los pediatras alertan de numerosas patologías mentales derivadas de la dependencia al teléfono y detectan un incremento del trastorno del sueño por desatención de los padres

Cada vez son más los menores enganchados al móvil, una adicción que desde la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (Sepeap) alertan de que está llevando a un incremento de casos de fracaso y acoso escolar, así como de otras patologías inéditas hasta ahora. Son muchos los problemas que encaran estos especialistas, que también advierten de la saturación de las urgencias por visitas innecesarias y de los trastornos de sueño en los más jóvenes por la falta de atención de sus padres.

El presidente de la Sepeap, Fernando García-Sala, asegura que una de las principales reivindicaciones de la asociación es que la atención pediátrica de los niños se prolongue hasta que cumplan los 18 y no como hasta ahora, a los 15, edad en la que pasan a ser tratados por un médico de familia.

«Los adolescentes de 15 a 18 años están en tierra de nadie», advierte, para añadir que muchos menores van menos a la consulta al pasar del pediatra a un doctor «al que no conocen», y a estos últimos «les viene un poco grande» la atención de este grupo de edad.

Defiende una «pediatría integral» donde el facultativo sea un «referente dentro del cuidado del niño», tanto si está enfermo como si no, para prevenir las patologías que pueda tener o hacerles recomendaciones sobre Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) o para evitar embarazos no deseados.

Otro de los «graves problemas» pediátricos actuales es la obesidad en los menores, debido a la falta de ejercicio, la comida rápida y el sedentarismo que llevan al estar «enganchados» al teléfono, ordenadores y televisión, y que les puede ocasionar problemas cardiovasculares, de diabetes o de hipertensión.

Esta adicción a los dispositivos móviles y a las redes sociales está incrementando el número de «casos de fracaso y de acoso escolar», así como «hiperactividad, fobias e intentos de suicidio que antes no veíamos», alerta.