La crisis ha quitado los adjetivos que durante años acompañaron a la Formación Profesional en España situada en el imaginiario colectivo como una salida para aquellos estudiantes que no querían o no podían ir a la universidad. Para muestra basta con ver los datos de incremento de estudiantes en la FP superior donde las cifras han crecido más del 70 por ciento en los últimos diez años. En el curso 2008-2009 hubo 2.160 estudiantes y en este llegan ya a los 3.736. Lo mismo ocurre para los ciclos de grado medio, que crecen en otro 25 por cienmto hasta rozar también los 3.800 alumnos en esa década. Mientras hay una estabilidad de la FP Básica siempre situada en torno al millar de plazas.
Detrás de ese incremento en el número de estudiantes que opta por la Formación Profesional hay un doble proceso en el que se han perfeccionado los ciclos superiores, mejorando su empleabilidad, a través de la FP Dual que no para de crecer. Este hecho ha provocado que antiguos universitarios decidan regresar al sistema educativo en busca de una formación más técnica, donde hay opciones labores. Así lo explica el director general de Programas, Atención a la Diversidad y Formación Profesional de la Consejería de Educación, Cultura y Deportes, Amador Pastor, quien explica que «la Formación Profesional ha sido durante años la gran olvidada para los jóvenes, ya que estos preferían en su mayoría estudiar una carrera universitaria, quizá sea por la imagen que la sociedad ha tenido de la FP respecto a la Universidad. Sin embargo, en los últimos tiempos de crisis económica y destrucción de empleo, muchos jóvenes han encontrado en la FP un itinerario formativo de primer orden en sus diferentes modalidades: ordinaria, dual, modular o a distancia» y, «además, un creciente porcentaje de titulados universitarios está cursando ciclos formativos para mejorar su empleabilidad».
Para explicar esta situación, Pastor señala que la FP «se convierte en una vía más rápida para lograr un contrato, ya que los centros en los que se imparte FP tienen convenios para que los alumnos y alumnas realicen prácticas en empresas, lo que aumenta el grado de empleabilidad de esta enseñanza». «Las posibilidades de contratación tras las prácticas son bastante altas, ya que muchas empresas buscan perfiles más técnicos que los que puede ofrecer un estudiante universitario».
Esa empleabilidad se incrementa aún más si el ciclo que se realiza forma parte de la llamada FP Dual, una iniciativa que implica que los estudiantes compaginen las clases con horas de prácticas todos los días, lo que implica finalizar el curso con una experiencia laboral propia. «La Formación Profesional de carácter Dual pretende impulsar un modelo de formación basado en un aumento de la colaboración de las empresas en el desarrollo y actualización de la Formación Profesional para mejorar la cualificación del alumnado y adecuar, parte de su formación, a las necesidades reales del tejido empresarial de su entorno», explica Pastor. «Se pretende en definitiva, que la empresa y el centro de Formación Profesional estrechen sus vínculos, aúnen esfuerzos y favorezcan una mayor inserción del alumnado en el mundo laboral durante el periodo de formación».
En la provincia de Ciudad Real hay 1.039 alumnos que participan en alguno de los 58 proyectos de FP Dual. Son 35 estudiantes más que el curso pasado y 10 proyectos más. La mayoría, 26 de cada una, son de Grado Medio y Superior, mientras que hay seis de FP básica.
Una muestra de que este modelo de estudios con la colaboración de empresas funciona se encuentra en que la modalidad que más aumenta en este curso es la A, «en la que se imparte formación de tipo curricular en colaboración con la empresa, es decir contenidos reflejados en el currículo de los diferentes módulos que componen el ciclo formativo», señala el director general. «Suele desarrollarse en régimen alterno, de esta forma el alumnado asiste unos días solo al centro educativo y otros solo a la empresa». Los otros tipos de estudios de FP Dual son los B, en la que «se imparte formación de tipo complementario al currículo o que desarrolle de forma específica determinados contenidos del mismo» y que, por ejemplo, se desarrolla a turno cambiado, asistiendo a las empresas por la tarde o ampliando los conocimientos unos meses al finalizar el curso.
«Cada vez son más las empresas que acuden a la Consejería y a los propios centros con el ánimo de ser partícipes de la formación inicial de los futuros trabajadores de los diferentes sectores. Muchas empresas están en proceso de relevo generacional de sus plantillas y necesitan incorporar de forma inmediata trabajadores y trabajadores», recordó Amador Pastor. En este sentido se puede indicar que en la provincia de Ciudad Real colaboran un centenar de empresas con los institutos tanto públicos como privados donde se imparte esta FP.