El personal de la Base Aérea de Los Llanos y en particular, el equipo del TLP pasa sus peores momentos después del accidente del F-16 griego que, a primera hora de la tarde de ayer, costó la vida a una decena de personas y causó una veintena de heridos. Otra vez en enero, seis años después del último accidente mortal, y con un trágico balance. A falta de concretar más detalles, el de ayer es el peor accidente aéreo ocurrido en suelo albacetense, el primero que sufre la llamada escuela de pilotos desde que empezó a funcionar en Albacete en otoño de 2009, y es también el peor siniestro militar ocurrido en sueño español desde 1984. El vuelo del avión siniestrado era uno de los programados dentro de las sesiones de maniobras del TLP que iban a ocupar cuatro semanas, hasta mitad de febrero. El de ayer era el primer día de la segunda semana de actividad del curso, y según informó a finales de la semana pasada el Ejército del Aire el curso había tenido una primera semana sin ninguna incidencia.

El accidente tuvo lugar pasadas las 15,15, cuando varios aviones ya habían despegado y otros más permanecían en la pista, en la plataforma desde la que se dirigen a la zona de despegue. Los aviones estaban despegando hacia el aeropuerto (en función del viento, toman una u otra dirección), y según indicaron fuentes de la Base, el F-16 griego se fue al suelo «nada más despegar», cuando aún tenía poca altura. El avión fue virando hacia la derecha saliéndose de su trayectoria para impactar con los otros aviones.

Las mismas fuentes y también el Ministerio de Defensa señalaron que el avión, por causas por aclarar, se desplomó impactando contra la plataforma donde los demás aviones esperaban su turno para despegar. Allí, en la zona aledaña a uno de los hangares del TLP, había otros pilotos ya preparados para mover su avión, así como personal de apoyo.

Imagen de la columna de humo que sale del lugar donde impactó el F-16. - Foto: EFE

Cinco aviones. Según la información que se conocía a última hora de la tarde, el F-16 impactó contra «al menos cinco aviones», indicaron las primeras fuentes. Después, el propio Ministerio de Defensa galo indicó que la aeronave había caído sobre buena parte de sus aviones: dos Alpha Jet, dos Mirage 2000D y dos Rafale. A partir del accidente, los altavoces del recinto militar anunciaban al personal que se había declarado «una emergencia en vuelo».

El siniestro provocó varias explosiones, y de inmediato se movilizó todo el personal de emergencias para comprobar el alcance del accidente, que enseguida se daba a conocer fuera de la Base. Las imágenes de la gran columna de humo se fue propagando por los mensajes de teléfono móvil, mientras que los accesos a la Base eran puestos bajo la regulación de Policía Local. Dotaciones del Parque de Bomberos también acudieron al lugar del siniestro, junto a los efectivos médicos y los equipos de emergencias.

«UNA BOLA DE FUEGO».  Los testimonios de quienes habían visto los despegues calificaban de «bola de fuego» el avión siniestrado. Por eso, las noticias que hacían presagiar la existencia de víctimas mortales no tardaron en llegar. Pronto el servicio de Emergencias del 112 apuntaba a un resultado de dos fallecidos, los propios ocupantes de la aeronave de las fuerzas aéreas griegas, y se confirmaba a la existencia de heridos. A continuación, el Ministerio de Defensa informaba sólo de la existencia del accidente en un comunicado, indicando que la zona estaba acordonada, y daba las primeras explicaciones oficiales del siniestro: el avión «procedía a realizar un ejercicio cuando durante la maniobra de despegue ha perdido fuerza, chocando en la zona de aparcamiento de aviones, impactando contra algunas aeronaves que estaban allí estacionadas». Los equipos de emergencia estaban tratando entonces de «sofocar el incendio» para confirmar si se habían producido víctimas mortales y para evaluar los daños.

COMPLEJA INVESTIGACIÓN. Personal de la Base indicaba a La Tribuna que, en realidad, en esos momentos la cifra de fallecidos no se conocía, y agentes del equipo de investigación de Policía Judicial de la Guardia Civil se encontraban en el lugar del suceso. Estas mismas fuentes indicaron que un accidente como el ocurrido puede suponer una investigación larga: «Lo que ha pasado igual se conoce dentro de un año. Ha podido ser un fallo gordo».

El Ministerio de Defensa indicó que el avión había «perdido fuerza». Las mismas fuentes señalaban que la mayoría de aviones aún esperaba su turno para dirigirse a pista, teniendo en cuenta que los vuelos del TLP suelen programarse para hacer todos los despegues en un período de cerca de una hora, siempre entre las 14,30 y las 15,30, más o menos.

El personal de las fuerzas aéreas francesas fue el más afectado por el accidente, aunque también se cuenta entre el mayor número de heridos personal de las fuerzas italianas. Francia era la nación con más pilotos participando en este primer curso de vuelo del año, con 13 aeronaves, por las ocho de Alemania, seis de Italia, y sólo dos de España, dos Eurofighter como los que utiliza el Ala 14. En una entrevista en televisión, y mientras el ministro de Defensa llegaba a Albacete, el presidente del Gobierno Mariano Rajoy confirmó que no había personal español entre los fallecidos ni entre los heridos. A última hora de la noche no se conocía qué personalidades españolas acudirán a Albacete, sólo se confirmaba que los ministros de Defensa de Francia e Italia, Jean-Yves Le Drian y Roberta Pinotti viajarán hoy a España para interesarse por el accidente.