Unas doscientas personas se dieron cita ayer en el Hotel-Restaurante Casa Pepe para asistir al primer acto de la Fiesta de la Matanza organizada por este establecimiento que hoy tendrá su continuidad con la elaboración de algunos embutidos y, sobre todo, una gran parrillada con la mayor parte de la carne obtenida de los tres gorrinos que ayer se sacrificaron una vez vencida la tarde.

La ejecución de los animales corrió a cargo del miguelturreño Paco Sandía, al que acompañaba un nutrido grupo de ayudantes, tanto de Carrión de Calatrava como de su localidad natal.

El cerdo de mayor tamaño, de 230 kilos de peso, murió con rapidez, de un tajo en el cuello y tras unos espasmos de agonía fue depositado en la cubeta para el escaldado de su piel. Después le siguieron en la misma suerte otros dos ejemplares de 180 kilos cada uno.

La matanza de Casa Pepe es ya un acto social, que se prepara durante mucho tiempo, como reconoció el propietario del establecimiento, José Crespo, quien afirmó que su objetivo con estas jornadas es «recuperar y dar a conocer nuestras tradiciones».

La casa recibió a los asistentes con una copa de vino o cerveza y tapas de jamón y queso para animar la conversación en espera de ese momento «en el que contemplar la tradición de la matanza», comentó el también presidente de la Asociación Provincial de Hostelería.

Crespo reconoció que el mejor momento para la matanza «es la atardecida o la noche», puesto que con la bajada de las temperaturas permite que al día siguiente se pueda manipular mejor la carne para la elaboración de embutido.

Una vez que los tres cerdos estuvieron sacrificados y listos para dejarlos enfriar, la conversación siguió aún un buen rato hasta que se pasó a la hora de la cena, a partir de las 21.30 horas.

Para la jornada de hoy, que da comienzo a las 10.00 horas, Crespo espera la presencia de unas 300 personas, que asistirán al despiece de los animales, que efectuará también Paco Sandía.

Por otro lado, el acto de ayer tuvo un carácter benéfico, puesto que una parte de la recaudación obtenida fue a parar a la Asociación Española Contra el Cáncer, de la que Crespo recordó que «necesita muchos recursos para atención e investigación», y otra parte al Banco de Alimentos, con lo que «también se da atención a personas necesitadas de nuestra provincia».