Razones para viajar a Criptana

M. Sierra | Madrid
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Un grupo de turopoeradores de Japón visitarán hoy la Sierra de los Molinos donde se podrá asistir a la segunda molienda de harina, una de las más de cien actividades programadas para conmemorar el Quijote

Infanto, Burleta y Sardinero dejarán hoy por unas horas de ser los temidos gigantes de don Quijote para convertirse en los molinos de harina que fueron en el siglo XVI. Ésta será la segunda vez que pueda disfrutarse de esta escena que es además una de las «más de cien razones» por las que este año, coincidiendo con la celebración del IV Centenario de la publicación de la segunda parte de El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha,  se han organizado en Campo de Criptana, ciudad en la que se espera hoy «la visita de un grupo de turoperadores japoneses».   

Así lo explicó Santiago Lucas-Torres, alcalde criptanense que aprovechó su visita a Fitur para presentar la agenda con la que esta villa va a celebrar el año 2015 y la nueva oficina de turismo virtual, que «estará abierta 24 horas al día, 365 días a la semana». Esta nueva oficina, «con la que queremos llegar a todo el mundo», esta desarrollada a partir de un proyecto de realidad aumentada» en el que han trabajado jóvenes de la localidad, y que ofrecerá al viajero la posibilidad de acercarse a todos los rincones de esta Tierra de Gigantes y conocer su historia a través de una terminal de móvil que incluso puede hacer las veces de audioguía.

Muchos de esos rincones son los que hoy hablan de la relación que existe entre este municipio y la obra de Cervantes y que arranca, recordó Lucas-Torres,  «en el capítulo 8 de la primera parte de la historia de don Quijote, y que continúa después en las segunda parte que ahora conmemoramos». Una relación que tiene como protagonista a estos tres gigantes, Infanto, Burleta y Sardinero, «los últimos que quedan del siglo XVI» y que se han convertido en una de las caras de las muchas caras que tiene el Quijote en esta región. Ellos, como recordó recordó el regidor municipal, forman parte de ese escenario del que se vale la villa para la celebración de algunas de las  «doce aventuras» que con el comercio, la música y el teatro como aliados con las que se recuerda al hidalgo a lo largo de todo el año. Además de ser el mejor punto de partida de una ruta por la villa en la que es de obligada parada el emblemáticos como el albaicín «paradigma de ese barrio manchego» que tanto impresionó al escritor de Alcalá, o la excusa para acercarse a conocer fiestas con marcado sabor tradicional, entre las que cabría destacar el Carnaval o la Semana Santa.

«El que viene repite», dijo el alcalde de Campo de Criptana, quien aprovechó el marco que le ofrecía Fitur para invitar a todos a conocer esta «Tierra de Gigantes».