Acompañar desde la fe

Pilar Muñoz
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Varios centenares de fieles iluminaron el recorrido de Santa María del Prado por las calles de la ciudad en la festividad de la Asunción • Un año más queda patente la devoción por la Patrona y la comunión en torno a la Virgen

Momento de la salida de la Virgen del Prado. - Foto: Tomás Fdez. de Moya

Cientos de fieles acompañaron desde la fe a la Virgen del Prado en la festividad de la Asunción, muchos haciendo oración y algunos, descalzos por una promesa.

Sobre las ocho de la tarde partió el cortejo formado por dos largas filas de personas que alumbraron el recorrido con velas, llegando, un año más, la cabeza de la procesión a la calle Reyes cuando aún no había echado andar la carroza de plata con la imagen de Santa María del Prado, que lucía el manto más antiguo que posee, una obra de arte, de tisú bordado con hilo de oro y pedrería.

Pasadas las nueve de la noche, a la caída del sol, atravesó el umbral de la Basílica Catedral Nuestra Señora del Prado a los acordes del himno nacional interpretado por la agrupación musical de Ciudad Real. Sin embargo, no sería hasta minutos más tarde cuando la imagen de la Virgen enfilaba el paseo que lleva su nombre. Un año más, los ciudadanos de a pie fueron formando las dos filas, con más o menos orden, y avanzando, mientras en las puertas de la Catedral, algunos y otros en las proximidades, aguardaban los hombres que pertenecen a la Hermandad de la Virgen del Prado. Y, un año más, casi todos querían ir pegados a la carroza, quedando rezagados, ante la atenta mirada del obispo prior, Antonio Algora, que también aguardó a que se fueran incorporando a la procesión para iniciar la marcha ostentando la presidencia religiosa. Los hermanos, con el presidente de la Hermandad, Francisco Pajarón, a la cabeza, enfundados en trajes oscuros, todos portando velas, acompañaron a la patrona de la ciudad en el camino de la fe.

Además de los hermanos y el clero, la alcaldesa, Rosa Romero, acompañó a la Virgen en su recorrido por la ciudad junto a otros concejales de la Corporación municipal.

El subdelegado del Gobierno, Fernando Rodrigo; el teniente coronel jefe de la Comandancia, Humberto Urruchi; el comisario jefe, Emilio Durán; y el superintendente de la Policía Local, Fernando Díaz Rolando, hicieron juntos el recorrido escoltando a la Patrona de la ciudad.

En el cortejo no faltó la corte de honor, las dulcineas y damas de la fiestas y el pandorgo de este año, Antonio Broceño.

El estandarte. La personas que presenciaron la procesión pudieron admirar el recién restaurado estandarte de la Hermandad de la Virgen, una joya con la imagen de Santa María del Prado que data de 1959 y que fue bordado por las Adoratrices. Este magnífico estandarte ha sido restaurado en los talleres Perales de Torralba.

También en Torralba, pero en la orfebrería Orovio, se han restaurado las ráfagas de procesión de la carroza, que fueron donadas en 1954 por la joyería Benjamín de Ciudad Real.

Nuevos hermanos. Antes de la procesión tuvo lugar en el templo catedralicio la imposición de medallas a los nuevos hermanos: 24. Otros 32 recibieron el pin de plata por los 25 años de pertenencia a la Hermandad y a 12 se les impuso el de los 50 años.

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