«La provincia de Ciudad Real, como provincia de retaguardia, fue una de las provincias de España que más personas represaliadas tuvo durante la postguerra, prácticamente tuvo la misma represión o más que toda Cataluña». Así lo afirmó David Triguero, vicepresidente de la Diputación, momentos antes de la presentación del libro Para hacerte saber mil cosas nuevas. Ciudad Real 1939, un emotivo acto que contó con la presencia de más de mil personas, muchas de ellas familiares de víctimas del franquismo. «Son hechos que no nos imaginábamos, pero que con el rigor histórico, científico y la investigación ha dado estos resultados», dijo Triguero en referencia a un trabajo que arrancó hace diez años y que tenía por objetivo conocer el nombre de todos los represaliados franquistas de postguerra con el resultado de muerte. «Se conocían más o menos 1.800 pero hemos llegado a 4.000», afirmó Julián López García, coordinador de este trabajo que ha sacado a la luz estos nombres y también sus historias, concentradas en cien biografías que representan a todos los represaliados.  

El trabajo se ha articulado en torno a tres ejes, el de los investigadores de la Uned y de la Universidad de Castilla-La Mancha; el de los historiadores locales y el de las familias, que han aportado testimonios de historias que en muchos casos se calificaron como «espeluznantes».

«Todos los pueblos se vieron afectados», prosiguió Julián López señalando la especial incidencia que pudo tener en la zona de Almodóvar del Campo y de Ciudad Real y clasificando en tres los grupos de perfiles que más se vieron afectados por dicha represión: los jornaleros, los mineros y los ferroviarios. Del mismo modo, expuso que en un 60 por ciento de los casos se trataban de socialistas; casi un 20% de anarquistas; un 14,6% de comunistas y un 5,7 % de republicanos, detalló durante su exposición tras poner de manifiesto las dificultades que han tenido para recabar toda la información, ya que en muchos casos no figuraban en los registros oficiales. «Con esa mochila llena de listas nos hemos ido a cada uno de los pueblos», relató Julián López para ligar su exposición con muchas de las historias que se encontraron en ellos y que hablaban de fusilamientos, de muertes en las prisiones o de emboscadas que terminaron pérdidas de vidas. Las historias de algunas de esas vidas que se perdieron o las consecuencias que sufrieron después sus familiares fueron expuestas por algunos de los integrantes del grupo que ha elaborado este trabajo: María García Alonso, Jorge Moreno, Alfonso Villalta, Tomás Ballesteros y Luiz F. Pizarro. Además, se proyectó un vídeo en el que algunos de los familiares relataban la dureza de aquellos hechos que les habían transmitido, mientras que Eduardo Ranz, director general de la Memoria Histórica de España, reclamó la necesidad de que haya «un censo de víctimas» y espera que Ciudad Real sea «ejemplo» para el resto de provincias.