El Vestas BM Alarcos se ha sometido a uno de esos exámenes que pueden marcar el devenir de una temporada, no tanto en el aspecto cuantitativo (dos puntos más, al fin y al cabo), sino en el cualitativo, al medir sus fuerzas con uno de los ‘cocos’ de la categoría, descendido de Asobal y aspirante a regresar a la élite del balonmano español. Uno de esos compromisos que cosen galones en el hombro, que sacan brillo a las medallas y refuerzan la moral de la tropa en caso de victoria. Y el equipo de Javier Márquez no sólo ha superado la prueba ante el BM Zamora (30-26), sino que la ha aprobado con nota alta, anotándose un triunfo de prestigio clave, habida cuenta de que se venía de caer en Pontevedra y que ahora tocará recibir a otros dos huesos duros de roer: Puerto Sagunto y Nava. Una tarde feliz para todos y para recordar para César Beret, en una de sus mejores actuaciones desde que comanda el equipo ciudadraeleño.
Salió mandón el Zamora al Quijote Arena, con un acertado Barrientos en la portería y una exhibición goleadora del extremo chileno Ceballos, autor de seis de los ocho primeros goles de su equipo. Los de Leo Álvarez se apuntaban el primer cuarto de hora ante un Alarcos que mantenía el tipo agarrado a la inspiración de Beret y a las intervenciones de Javi de la Cruz.
Pero mediado este primer periodo, el partido cambió por completo. Los locales ajustaron más su defensa y mantuvieron su excelente hacer en ataque, mientras que los zamoranos desaparecían por completo de la pista, lo que aprovechó el Alarcos para castigar a su rival y barrerlo completamente, sometiéndole a un severo castigo ensañado hasta un parcial de 10-1. Del incómodo 6-8 se pasaba a un prometedor y sorprendente 16-9, renta que se mantenía hasta el intermedio (18-11) con un Beret estelar y con su homólogo Magadán totalmente anulado en el Zamora.
Pero el partido no estaba cerrado. Entre el mal comienzo de segunda parte del Alarcos y el arreón del equipo ‘pistacho’, con el orgullo herido, el marcador se fue ajustando hasta un inquietante 23-21 (min. 44), ya con Parker, otro de los destacados, en el banquillo tras recibir un fuerte golpe. Pero en este momento de máximo riesgo, el Alarcos mostró hechuras de equipo grande y no se dejó amedrentar por un Zamora que doblaba la rodilla y que apenas pudo mirar por el ‘gol average’ particular.
Y en el horizonte, la visita al hasta ahora inexpugnable Ovni de Sagunto. Más difícil todavía ante otro grande que llega herido tras caer ayer en Pontevedra.