El último Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) del curso político celebrado ayer jueves 31 de julio dio muy buenas noticias a Castilla-La Mancha al modificar las condiciones de financiación del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), nuevas condiciones que permitirán a la comunidad ahorrar 106 millones de euros entre 2014 y 2015.

El motivo es la rebaja de los intereses del FLA de los ejercicios 2012, 2013 y 2014 al 1 por ciento aplicables desde el 1 de octubre de 2014 al 31 de diciembre de 2015, con lo que Castilla-La Mancha podrá disponer de 21,33 millones de euros más en el presente ejercicio y 85,33 en el año próximo.

Esto permitirá aliviar los gastos financieros que en Castilla-La Mancha, al ser una comunidad con un elevado nivel de deuda, «pesan mucho», recordó el consejero de Hacienda, Arturo Romaní, tras la reunión que se alargó cerca de tres horas.

Unos ahorros que terminan redundando en la calidad de los servicios públicos ya que el Ministerio que dirige Montoro ha puesto condiciones al uso de esas cantidades: que vayan destinadas al pago a proveedores sobre todo de Sanidad, Educación y Servicios Sociales, como informó el secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta, por lo que Romaní mostró su «satisfacción» por este acuerdo. Además deberán ir a cubrir la deuda y el déficit de las comunidades.

Romaní señaló que el objetivo de déficit es «exigente y no es fácil cumplirlo». «Nunca hemos dicho que las cuentas de Castilla-La Mancha sean fáciles», ante lo que subrayó que este ahorro financiero va a ser «un apoyo más para cumplir el objetivo de déficit de este año que es una de las prioridades del Gobierno». Reducción del déficit con el que hay que continuar, a juicio del consejero, puesto que se ha mostrado como «el camino de la recuperación económica y la creación  de empleo».

Pero no fue el único acuerdo alcanzado en la reunión que presidió Cristóbal Montoro, el Estado ha dado además un año de carencia para la amortización de la cuota del FLA de 2012, que debía reintegrarse en 2015, por el que la comunidad que preside María Dolores Cospedal podrá disponer el año próximo de 129,64 millones adicionales para financiarse, aunque es un ahorro relativo puesto que éste sí que deberá pagarse en el año 2016. Es por eso que, aún siendo conceptos distintos, Castilla-La Mancha dispondrá en 2015 de 215 millones de euros adicionales para refinanciarse.

Liquidación negativa. Algunas comunidades autónomas ya pidieron en el anterior Consejo de Política Fiscal y Financiera un nuevo aplazamiento de la liquidación negativa de los años 2008 y 2009 -dinero que deben devolver las comunidades al Estado por la financiación facilitada por éste último- que debía hacerse efectiva ahora y que supondrían para muchas de ellas un gasto, puesto que el montante global de las comunidades ascendía a 25.000 millones de euros entre los dos años.

El Estado ha accedido a aplazar el pago de esa liquidación por diez años más, es decir, un total de 20, que supondrá de nuevo ahorro a las autonomías para la financiación. En el caso de Castilla-La Mancha y según los datos facilitados por Antonio Beteta tras la reunión de los consejeros autonómicos con el ministro Montoro, la ganancia anual será de 73,28 millones de euros a partir del 1 de enero de 2015 durante los próximos 20 años. Es decir, Castilla-La Mancha dispondrá a lo largo de los próximos 20 años de 1.465 millones de euros más para financiarse.

Todas estas facilidades que se han puesto a disposición de las comunidades servirán para llegar al objetivo marcado por la Ley de morosidad en el plazo medio de pago a proveedores, que en Castilla-La Mancha se ha reducido hasta los 47 días de media. Van en la dirección de «pagar cada día mejor a nuestros proveedores lo que a su vez generará efectos positivos en la economía».

Repite en 2015. Un motivo más por el que Castilla-La Mancha, y según confirmó Arturo Romaní ayer, acudirá el año próximo al Fondo de Liquidez Autonómica en el año 2015. «Para nosotros ha sido siempre una herramienta y un instrumento muy importante», aseguró el consejero, por lo que «en tanto que no se produce un retorno a los mercados nos parece un instrumento de financiación idóneo con unos precios muy competitivos».

«Tiene que ser un objetivo el reducir al máximo la carga de los intereses porque lo que se gasta en intereses no se puede gastar en otras cosas», insistió Romaní en algo que calificó como «una de las partidas más dolorosas» para Castilla-La Mancha, por lo que «continuaremos financiándonos por esta vía hasta que se pueda producir una salida a los mercados en condiciones que nos interese», zanjó.