De norte a sur y de este a oeste, el servicio de Vigilancia de la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) abarca todo el territorio por el que se expande este río y sus ramificaciones en forma de afluentes o cauces, pero también las aguas que fluyen por el subsuelo y que se canalizan a través de las masas de agua, que han sustituido a las antiguas comunidades de regantes, y que cuentan con limitaciones en las extracciones de agua debido a la declaración de riesgo que tienen gran parte de ellas.