Castigo en el descuento

Área 11 / Bilbao
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El Socuéllamos daba por bueno el empate cuando Sabin marcaba el segundo gol del Athletic B en el minuto 92

Las justas tablas entre el rey del empate del grupo, el Bilbao Athletic, y un luchador y respondón Socuéllamos tuvo un epílogo infeliz en la prolongación para los manchegos. El bigoleador Sabin destrozó las ilusiones de los pupilos de Ángel García Cosín, que lo dieron todo y tuvieron en jaque a los bilbaínos durante toda la contienda (2-1).

Con mucho agua sobre el césped, pero sobre el que se podía jugar, los socuellaminos no salieron asustados al terreno. Animados por los seguidores manchegos que les habían acompañado, llevaron la iniciativa durante los primeros minutos. Los locales no encontraban pases claros y tanto Jesús como Chato, por delante de su zaga, cortaban todos los balones y empezaban con mucho criterio las contras.

Así, disfrutaron de llegadas con peligro. Al filo del cuarto de hora Kike Domínguez remataba desde el borde del área raso y desviado. Otras dos ocasiones fueron a balón parado. Pelegrina, a la salida de un córner, tocaba de cabeza a las manos de Remiro. Y Jesús peinaría también de cabeza, sin peligro, una pelota tras el saque de una falta. Las mejores oportunidades las tuvo Migue con un par de remates fuera.

En los últimos quince minutos del primer tiempo los cachorros, ya mejor adaptados al terreno, llegaron con asiduidad al área visitante. Sabin puso dos centros con efecto que fallaron Seguín y Santamaría. El propio Seguín dispararía con intención en otra incursión y Bocanegra forzaría el único córner local de este periodo. Poco después el propio Sabin conseguiría su primer tanto al finalizar en el primer palo un centro del lateral Lekue.

LLEGA EL EMPATE. Tras la reanudación, saltó convencido el Socuéllamos de que podía llevarse algo de Lezama, aunque ahora el campo estaba más pesado.

El Yugo empujaba con fuerza y el empate pudo llegar de nuevo en la estrategia. Kike Domínguez sacaba una falta desde la izquierda y el central Pelegrina, otra vez con la testa, enviaba el esférico al poste. Los técnicos empezaron a introducir cambios para dar frescura a sus equipos, muy castigados por la lluvia, el frío y un cada vez más embarrado césped, aunque todavía se podía practicar fútbol del bueno. Y llegó la igualada, tras un precioso remate raso de Chato desde el borde del área.

Quedaba mucho tiempo y unos y otros trabajaron sin descanso. Aunque en estos minutos sería el Bilbao Athletic, quizás con mayor presencia física y porque también los de García Cosín se retrasaron unos metros, los que iban a disponer de mejores oportunidades. Y cuando faltaban escasos segundos para que el colegiado pitara el final, una preciosa parábola de Seguín desde la izquierda en una rápida contra la empujaba de cabeza Sabin a las mallas para lograr los tres puntos en juego y dejar sin premio al Yugo Socuéllamos.